Sábado, 10 de noviembre de 2007 | Hoy
VIDEO
GIGOLO AMERICANO
de Paul Schrader.
Con Richard Gere, Lauren Hutton y Héctor Elizondo.
1980.
117 min.
AVH.
Thriller conspirativo y cuento moral, el opus dos como realizador de Paul Schrader (guionista de Taxi Driver y Toro salvaje, entre otras) puede verse como espejo invertido de la primera y más famosa de sus colaboraciones con Scorsese. Esta vez no se trata de un taxista neoyorquino a punto de explotar, sino de un gigoló californiano (Richard Gere, perfecto para el papel) en plena implosión, a partir del momento en que advierte que alguien le quiere endosar un crimen brutal. Es verdad que no le sobra tono (en el sentido muscular de la palabra) y no le faltan lagunas, pero aún así Gigoló americano resulta un incisivo tratado sobre el mundo de las apariencias, en Los Angeles 1980.
FLANDRES
de Bruno Dumont.
Con Adélaide Leroux, Samuel Boidin y Henri Cretel.
2006.
91 min.
791/Gativideo.
El francés Bruno Dumont define a la cámara como un microscopio. Definición indudablemente ajustada al estado al que le gusta llevar a sus criaturas. Tal como se advertía en La vida de Jesús y La humanidad, y aquí no hace más que confirmarse, los seres que pueblan su mundo son como larvas o parásitos. Para ellos parecería no haber otro impulso vital que la muerte o la deshumanización. En este caso se trata de un grupo de jóvenes de pueblo. Sobre todo, un chico y una chica. El va a la guerra, ella se queda y es internada en un hospicio. El montaje paralelo con el que el realizador vincula ambos espacios no hace más que subrayar la tesis de que la vida es una guerra ajena, o un manicomio propio.
RATATOUILLE
de Brad Bird. Voces de Patton Oswalt, Ian Holm y Lou Romano.
2007.
110 min.
Disney Argentina.
6 puntos
Lo lamentamos mucho, pero a esta sección no le parece que la última producción del estudio Pixar sea la octava maravilla a la que el resto del planeta cree haber asistido. Obviamente que Ratatouille no carece de encanto y se ve con agrado. Pero eso es lo menos que puede esperarse de los creadores de Toys, Monsters y Los Increíbles, y en particular de Brad Bird, guionista y realizador de esta última y de El gigante de hierro. Pero la película es como una máquina reducida a un único pistón: el del ratoncito que manipula a un inexperto cocinero como si se tratara del títere y su titiritero. Infinitamente más gozoso, zarpado y disfrutable nos parece Lifted, el corto previo, que se incluye en esta edición.
de Lewis Allen.
Con Frank Sinatra y Sterling Hayden.
1954
77 min.
Epoca.
En una edición doble y junto al superclásico noir Pacto de sangre, el sello Epoca edita esta poco conocida película clase B (título original: Suddenly), cuyo carácter profético, visto retrospectivamente, puede llegar a helar la sangre. Horas antes de la visita del presidente de la Nación, tres asesinos a sueldo llegan a un pequeño pueblito, preparados para el magnicidio. El núcleo argumental, con los criminales tomando como rehenes a “representantes de la gente común”, funciona como reafirmación de la moral media. Pero el psicópata que compone Sinatra, como ex soldado premiado por el alto número de bajas enemigas, sugiere que, llegada la ocasión, ese hombre medio puede devenir el peor asesino.
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