El director, actor y guionista John Huston hubiera cumplido hoy cien años y Hollywood no se cansa de rendirle homenajes. Maestro del cine, Huston es de los pocos casos en esta industria que pudo recoger sus laureles en vida. Murió con las botas puestas, el 28 de agosto de 1987 a los 81 años, mientras rodaba Desde ahora y para siempre (The Dead, sobre un relato de James Joyce). Para ese momento ya eran muchos los años que llevaba afectado por los problemas respiratorios y cardíacos que sufría desde la niñez, necesitado de oxígeno y de un director suplente, no para que hiciera lo que él no podía, sino para que los estudios le dejaran seguir rodando. Pero de la misma forma en que siguió fumando hasta el final de sus días, Huston disfrutó de la vida y del cine hasta el último segundo. “Se trata de la persona más atrevida, impredecible, alocada, mística y probablemente el hombre más encantador del mundo”, dijo Lauren Bacall en uno de los últimos homenajes que recibió. De hecho cuando Huston cumplió los 80 todos se volcaron en su honor con homenajes en el American Film Institute y los festivales de Cannes y Venecia. Filmó cuarenta y un títulos en 46 años de carrera y desde su debut con El halcón maltés (1941) hizo de todo. Y mucho con su amigo y compañero de copas Humphrey Bogart: The Maltese Falcon, El tesoro de Sierra Madre, Cayo Largo, La burla del diablo y La Reina Africana, por la que le consiguió el Oscar en 1951. También adaptó con más fidelidad que nadie los clásicos de la literatura estadounidense, como Moby Dick (1956) y La roja insignia del coraje (1951).