Viernes, 23 de junio de 2006 | Hoy
PANTALLA CRíTICA
HTML es la sigla que distingue al festival bianual de arte web que organiza un centro de mujeres artistas autogestionadas y que además de poner la tecnología al servicio del arte utiliza este soporte –de alcance global– para la militancia lisa y llana. Del feminismo a la crítica de la política bélica de los países centrales, un mapa de ruta para encontrar otras imágenes y otros discursos en la web.
Por Laura Rosso
El Festival HTML (www.htmlles.net) se viene realizando desde hace varios años en Montreal, Canadá, organizado por Studio XX, un centro de mujeres artistas autogestionadas que abrió sus puertas en 1995. A través de iniciativas y actividades creativas, Studio XX trabaja con grupos de mujeres para desmitificar y examinar críticamente los aspectos sociales de las nuevas tecnologías. Lo que se proponen es explorar las múltiples facetas de la web como medio de creación y de exposición de producciones artísticas.
Es un festival internacional bianual de artes y nuevos medios que está enteramente dedicado a la investigación de las prácticas artísticas contemporáneas en la web. Su particularidad está dada por su abordaje feminista desde realidades culturales y políticas diversas. Tiene dos focos centrales que se relacionan entre sí: el activismo feminista social –cyberactivismo– y las nuevas tecnologías utilizadas en el arte –arte web–. Desde sus primeras ediciones, el festival intenta establecer un diálogo con artistas que crean a través de la web subrayando sus singularidades y comparando las diferentes posturas estéticas. Propone la web como instrumento creativo y a la vez crítico de manifestación artística y activismo social.
Mercedes Pérez Bergliaffa es becaria de la Fundación Antorchas y fue invitada a Canadá para participar del festival. Allí habló sobre la relación de las mujeres en Sudamérica con los nuevos medios y obtuvo, luego, una residencia de investigación en Curaduría y nuevas tecnologías. Pérez Bergliaffa explica: “El Festival HTML es interesante porque genera una zona de posible intersección y discusión sobre qué es todo esto de las nuevas tecnologías dentro del contexto del arte. Muestra un activismo a través de la web y a través del diseño de software. El trabajo que realiza Studio XX en Canadá tiene que ver con la organización de workshops o seminarios orientados a la comunidad y a las mujeres, especialmente a mujeres inmigrantes, para que puedan integrarse a la sociedad, no sólo a través de cursos de idiomas sino también del aprendizaje de nuevas tecnologías, Internet, diseños de software, etcétera. Además, el festival intenta provocar un área de cruce de discursos originados en contextos diferentes y la discusión –a través de una lectura específica como puede ser la feminista– sobre la utilización de nuevas tecnologías en el arte”.
¿Cómo funcionan estos centros de artistas autogestionados?
M. P. B.: Canadá tiene un sistema de arte muy curioso. Son centros autogestionados por artistas; artistas que se juntan y crean un centro. Luego deciden qué proyectos realizan e invitan a curadores a trabajar conjuntamente. Hay muchos centros, cerca de 140. Los artistas forman parte de la gestión de proyectos y de la gestión organizativa. Hay ciertos fondos del gobierno de Canadá y también del Consejo de Arte que se dirigen a estos centros y pequeños subsidios para eventos especiales de ciertas empresas, pero en general es el estado el que sostiene estos centros de artistas.
Karen Wong es inmigrante en Canadá. Llegó a ese país cuando tenía diez años. Actualmente coordina el Studio XX y dirige artísticamente el Festival HTML. Desde que comenzó a trabajar allí siente que puede accionar desde el arte, ocupar un espacio dinámico donde feminismo, arte, activismo y tecnología se juntan en un sitio (www.studioxx.org) con información muy útil para poder ayudar a otras personas: “La idea de feminismo unida a tecnología devino en cyberfeminismo. La idea es feminismo activo a través de la web. Studio XX creó una respuesta y un lugar para las mujeres, para ayudarse, para compartir y aprender a usar la tecnología. El punto central es el acceso al desarrollo tecnológico, al entrenamiento en el uso de estas herramientas y cómo las mujeres pueden apropiarse de eso. El festival ayuda a repensar ciertas cosas. Es un tipo de activismo que tiene otra audiencia, no es un tipo de activismo callejero, tiene otro tipo de acceso, mucho más global”.
Las obras de arte web tienen un acceso muy distinto a las obras de arte tradicionales. Basta con entrar a la red y sumergirse en los sitios que son las obras mismas. Algunas de las obras de arte web de ediciones anteriores del festival son: www.ubermatic.org/life/, allí se encuentra la obra de Michele Teran (Canadá), Life: a user’s manual una serie de performances públicas y mapeos on-line que examinan las historias ocultas capturadas por circuitos privados y cómo se entrecruzan con el mundo cotidiano visible. Otra es el sitio de Angie Eng (Estados Unidos, 1999): www.turbulence.org/Works/empty/. Su obra Empty velocity es un viaje taoísta del siglo XXI, de interrupciones, conexiones y espacios vaciados. Angie Eng explora la percepción de los movimientos físicos y mentales desde su experiencia de años de inmersión en el cyberespacio hasta sus vivencias en Asia y Africa.
Tamara Vukov (Canadá, 2002) con su sitio www.pomgrenade.org/BM/ creó Balkan meditations, donde descubre diversas cuestiones relacionadas con el bombardeo de 1999 sobre Kosovo y Yugoslavia. Relaciona los medios, las tecnologías militares y el desarrollo de las guerras mediáticas.
Marie Christiane Mathieu (Canadá, 2000-2002) es una artista interdisciplinaria que trabaja con proyecciones holográficas. Para su obra web se inspiró en escritos sobre criaturas artificiales y ciertos conceptos geográficos y arquitectónicos. Su sitio www.ontogenetic.org/ deja ver Le monument du vide, una performance realizada con la colaboración de artistas de distintos países donde trabaja la idea de la desaparición.
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