Una jugosa encuesta hecha por la revista Para Ti en 1977 se atreve a sacar a la luz un alarmante diagnóstico que da título a la nota correspondiente: ¡Los hombres ya no son tan hombres! Según se afirma en el texto, “el tema está en boca de todas, es tema de conversación cada vez que se juntan dos mujeres con ganas de decir lo que realmente sienten”, razón más que suficiente para que la revista pusiese en la calle a diez (10) periodistas para que interrogaran a 328 argentinas de entre 20 y 35 años, “de la más diversa condición social”. El resultado final fue contundente: “amas de casa, estudiantes, empleadas, todas coincidieron: faltan hombres”. Pero no se trata tanto de un problema de cantidad como de calidad: el 80 por ciento de las encuestadas está francamente disconforme y cuestiona a los varones acusándolos de “superficiales, afeminados, inmaduros, materialistas, inseguros, mal informados y pobres de espíritu” (sic).

Al parecer, las argentinas piden a gritos masculinidad, virilidad, “el hombre-hombre, el hombre-total”, por si no se entendió. Estas son las cosas que las mujeres ya no toleran de ellos: “que solamente hagan regalos en fechas fijas; que para ellos nuestros problemas resulten siempre pavadas; que cuando llega la hora de la verdad, salgan con la idea de casarse vía México para no tener problemas si algún día quieren divorciarse; que intenten seducirnos con el único objetivo de agregar una más a su lista y que, para colmo, se les note...” Las entrevistadas se quejan de los modelos de una sola dimensión: el hombre-padre, el hombre-hijo, el hombre-adorno, el intelectual, el romántico, y piden una cruza de todos estos ejemplares. Según la investigación de Para Ti: un hombre que proteja pero que sepa dejarse proteger, un hombre apuesto que adorne pero que sea inteligente y tenga gran vida interior.

Resumiendo y para que no haya dudas, entonces, la mujer de hoy exige que el varón argentino reúna en su viril persona estas cualidades:

• protector


• tierno


• exitoso


• buen mozo


• sociable


• cálido


• maduro


• optimista


• responsable


• culto e informado


• con sentido del humor


• vulnerable (sólo por momentos)


• firme en sus convicciones


• eficiente para resolver problemas domésticos

Y pensar que todavía hay quienes se preguntan con Freud ¿pero qué es lo que quieren las mujeres?