Luego de varias temporadas sin destellos para la crítica de moda, la firma Gucci volvió al apogeo desde que en el 2006 nombró como directora creativa de todas sus colecciones (mujer, hombre y accesorios) a la diseñadora Frida Giannini, una creativa radicada en Florencia, conocedora de la historia de la moda, graduada en la academia de moda de Roma, coleccionista de ropa vintage, pero también de 7000 vinilos que ocupan un sitio privilegiado en su apartamento del siglo XV.

“El énfasis en la apariencia sexy forma parte de Gucci y quiero trabajarlo en mis colecciones desde otro abordaje, porque si bien la agresividad sexual fue perfecta para los años ’90, ese concepto quedó obsoleto y hoy luce vulgar”, declaró Frida sobre sus preceptos de moda para esa firma creada en 1920 por Guccio Gucci y que devino imperio del lujo vinculado con el mundo ecuestre.

Un conteo de los hits de la firma que en 1997 alcanzó el clímax fashionista impuesto por Tom Ford remite a camisas de cuello halter, pantalones Oxford, botas de charol y pantalones de impronta hippie chic con fragmentos de plumas y espejos –que los predicadores de la falsa bohemia consumieron a miles de dólares–, y también a sofisticadas casitas para mascotas en plexiglass.

Con el alejamiento de Ford de esa firma fechado en el 2002 (cuando asumió como director creativo de Yves Saint-Laurent para luego retirarse del fashion business por varias temporadas), los percheros masculinos de la grifa italiana recalaron en el inglés John Ray y los femeninos en Alessandra Facchinetti, desde fines del 2005 alejados de la marca.

En las apuestas de moda de Frida G. abundan rescates de la silueta de los años ’40 (los vestidos de línea sirena dignos de la silueta de Verónica Lake devinieron una prenda emblemática) pero también existen homenajes al mod con recursos fechados en los ’60. El total look negro que durante años fue sinónimo de los básicos Gucci fue matizado con bordados de peonías, enclavados vestidos con espaldas descubiertas, austeras camisas con lazos en tonos verdes y fucsias. “Para el día opté por una silueta ceñida con sutilezas rockeras y para la noche recurrí a líneas más fluidas. Soy coleccionista de prendas de todas las épocas y tengo a mi disposición las prendas históricas que se conservan en el archivo de la casa Gucci. Apuesto a hacer una ruptura en la filosofía de diseño de la marca y considero que la mujer Gucci está en camino.”