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¡Joven lector/a de Las 12 con ganas de afianzarte ante los demás, a desarrollar tu identidad que se acaba el mundo! Por estos días, las empresas que se preocupan por tu aspecto, tus consumos y tu cultura general (generalísima, susurra en nuestra redacción alguna lengua malvada y envidiosa) están haciendo todos los esfuerzos posibles para moldear tu enclenque y aturdido ser en los stands y pasillos de una deliciosa “muestra” que –por si tuviste el tupé de pegar el faltazo a la primera edición– “vuelve con todo. Vuelve por más”. Allí te están esperando ahora mismo hordas de pares y ejércitos de hacedoras/es de tu diferencia. Con sólo pagar una entrada, el mundo adolescente y preadulto te recibirá con los brazos abiertos para demostrarte qué se espera de tí en adelante: habrá “tatoos”, “skaters”, “recitales” y “música” (perdón por la ignorancia, pero –será que ya no somos “teens”– las chicas de este suplemento todavía no le encontramos la vuelta: ¿alguien nos explica la diferencia?), “espacio cyber”, “tecnología”, “arteen”, “air dance”, “make up”, “moda”, “scouting” y “desfiles”. ¿O pensabas, acaso, que sólo porque no necesitás lifting y cirugías “correctivas” sos alguien en este mundo? No, rotundamente no: haz de hacerte. Así que a no dudar: podés ir con tu insipidez natural, entregarte sin chistar para que te creen bien creadita/o, y pararte sin respirar –para no aparentar demasiado peso– ante la mirada sagaz de la gente de Dotto Models, que no pensaba perderse ésta. En una de ésas, se te da.