El proceso revolucionario abierto en octubre de 2003 debe seguir avanzando. Hemos logrado dejar sin iniciativas al sistema y eso es una victoria fundamental para este momento, pues desde que el neoliberalismo se implantó hemos vivido a expensas de las iniciativas de los neoliberales. Hoy quienes no saben qué hacer son ellos, porque hasta su última carta –que es la de un golpe de Estado con represión– tiene pocos asideros.

¿Pero qué pasa con nosotras y nosotros que con tanta contundencia nos movilizamos pero no logramos concretar propuestas? Sucede que, al aflorar la heterogeneidad que componen los movimientos sociales, podemos comprobar que cualquier sector es una minoría respecto a todo el que lucha y demanda nacionalización. Por eso la traba es la búsqueda de protagonismo, el caudillismo, el deseo de hegemonizar, nos muestran que los movimientos sociales están presos de una lógica patriarcal que ahoga el proceso histórico.

La Asamblea Feminista, ante el golpe constitucional generado por la megacoalición, las trasnacionales y las oligarquías nacionales, ratificamos nuestra posición inclaudicable como parte de nuestro pueblo: ¡no descansaremos hasta que la nacionalización de los hidrocarburos sea un hecho! Los líderes de los movimientos sociales están entretenidos en la búsqueda de protagonismos personales o grupales, típica manera patriarcal de ahogar las luchas sociales, no generan propuestas concretas y corremos el peligro de quedarnos en consignas, mientras el futuro se diluye en nuestras manos. El fascismo hace correr el rumor de guerra civil y organiza el show de confiscaciones de dinamitas, nosotras decimos: no es posible, ni tampoco queremos, una guerra civil. Las únicas armas que tenemos como pueblo son la certeza de nuestros derechos y la esperanza de mejorar nuestras vidas. Nosotras decimos: las elecciones deben ser después de la Asamblea Constituyente (que garantice la participación de un 50% de mujeres asamblearias), para darnos el espacio y el tiempo de reflexionar qué país queremos, y luego concretar ese proyecto en elecciones nacionales. Esta lucha es para todas y para todas.

* Asamblea feminista de Bolivia