Viernes, 12 de enero de 2007 | Hoy
ESCENAS
En un alarde de técnica interpretativa que sorprende aun en un actor de sus quilates, bajo la dirección de Agustín Alezzo, Julio Chávez compone a varios personajes en la pieza de Doug Wright Yo soy mi propia mujer. Esta es la frase que le dice el protagonista, la travesti histórica Charlotte von Mahlsdorf, una coleccionista de objetos de fines del XIX, a su madre, cuando ésta le comenta que se tiene que casar. Aunque esa idea tan fuerte del título no está desarrollada en la obra, aparecen otros temas que remiten a la vida cotidiana durante el nazismo y a la pasión que nace en el autor que entrevista a y habla sobre Charlotte. Este es quizás el mayor hallazgo de un unipersonal donde alguien que dice que es su propia mujer es amado por la persona que hace su retrato, y los dos personajes son representados por el mismo actor.
Yo soy mi propia mujer, en el Multiteatro Miercoles a sabado, 21.30. Domingos, 21.
Vuelve el cautivador Teatro de papel, inspirado en los narradores ambulantes japoneses que ofrecían sus relatos en un escenario portátil con figuras de papel, siempre con la coordinación de Amalia Sato. El próximo jueves 25 va Atsuko Ku, la princesa de Saturno y El libro de la almohada; el 8 de febrero, Nieve; y el 22, Masao (en todos los casos se presentará una obra sorpresa, en homenaje a viejos ilustradores japoneses).
Teatro de papel, los jueves en la Biblioteca del Malba, Figueroa Alcorta 3400, cupo limitado.
Quienes anden dando vueltas por Punta del Este, Cariló, Pinamar y Mar del Plata tienen altas posibilidades de toparse con Mumm Exclusive, una serie de sorpresas espumantes preparadas por Mumm. Además de fiestas en algunas discos, la fortuna puede deparar sorteos en bares y un menú de platos especiales.
En un lugar quizá curioso (como puede serlo una tienda especializada en gafas), dos artistas coinciden con obra que apuesta a la pintura sobre tela. En Mujer y flor, Carolina Ruscio investiga la representación de sí misma a través de la representación de lo femenino, en superficies trabajadas con luces y sombras minuciosas. Anna Kassel, por su parte, dedica Misterio a cabalgar entre lo surrealista y la abstracción, sin que por eso abandone representaciones de lo que bien podrían ser seres mágicos.
En ADD (Anteojos de Diseño), Malabia 1639. De lunes a viernes de 12 a 20 hs. Hasta el 15 de febrero
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