Entre un tercio y un cuarto de las muertes maternas son provocadas por interrupciones del embarazo en condiciones insalubres que son perfectamente evitables. Todas son mujeres jóvenes, ya que están en edad fértil, con una vida por delante y muchas veces con niños que dependen solo de ellas. Casi la totalidad son pobres, forzadas a las más crueles prácticas por la obcecación de una sociedad que las penaliza al mismo tiempo que las estigmatiza. Solo por ser pobres. Por eso, defiendo el derecho a la elección libre de estas mujeres y demando la responsabilidad social que todos tenemos para garantizar el ejercicio de ese derecho.

* Economista especialista en temas laborales y docente.