Hay partidos de fútbol que despiertan esperanza y júbilo tanto en los jugadores como en los hinchas. No están señalados de antemano, simplemente suceden y, cuando se muestran, dejan a todos boquiabiertos, plenos. El que jugó Vélez la semana pasada ante Danubio fue uno de ésos. Porque, más allá del buen resultado frente al campeón uruguayo, que lo dejó a un paso de la clasificación para la fase regular de la Copa Libertadores, Vélez demostró con su juego y buen funcionamiento que está para mucho más y que cuenta, además, con los elementos necesarios para acercarse a sus objetivos.

Vélez fue ante Danubio un equipo dinámico, profundo y peligroso. Hizo tres goles, que pudieron ser seis, pero fue todavía más que un equipo goleador, de racha. Una máquina de fútbol presentó Ricardo La Volpe el día de su debut en el banco velezano. La gente agradeció el espectáculo, se fue feliz del estadio y con un sueño doble: volver a ganar la Copa y el torneo Clausura. Fue extraordinario el partido de Vélez, un partido de esos que abren las puertas de par en par al futuro.

Ahora bien, si todo tiene una explicación, el prometedor comienzo de Vélez en este 2007 también lo tiene. Son múltiples las causas que hacen del conjunto de Liniers un candidato serio. Junto al de Lanús, fue uno de los pocos planteles del torneo de Primera División que no se desangró en el mercado y apostó poco a las incorporaciones: el volante mexicano Mario Méndez, ex Toluca propuesto por La Volpe; el ex delantero de Gimnasia y Esgrima de Jujuy, Gustavo Balvorín; y un arquero de la B metropolitana, Ezequiel Cacace, ex Talleres de Remedios de Escalada, para soporte de Gastón Se-ssa. No caben dudas de que en Vélez los equipos ganadores se arman con trabajo antes que con dinero; con paciencia y desde abajo.

La llegada de La Volpe tras el affaire Boca-Russo, que dejó a Vélez sin entrenador, fue el primer golpe de timón para la temporada que comienza. La noticia sacudió el mercado positivamente. La necesidad de revancha del ex DT de Boca, quien se quedó con las ganas del tricampeonato y terminó renunciando más por charlatán que por justo, bien manejada será un plus para el equipo de Liniers. Los hinchas ya lo notaron en el primer partido de la serie preliminar de la Copa y se lo hicieron saber al entrenador aplaudiendo de pie la producción del equipo, saboreando un muy probable ingreso por la puerta grande al torneo continental, que quedará definido mañana cuando se enfrente a los uruguayos, en Montevideo.

Con respecto a las bajas, salvo la de Fabián Cubero, vendido a Tigres de Monterrey, por quien llegó el mexicano Méndez, las mismas no han sido importantes para el funcionamiento del equipo. Walter Alcaraz y Patricio Pérez se fueron a Chacarita, y Santiago Ladino se desvinculó con intenciones de jugar en la segunda división de España.

Así las cosas, en el rubro plantel, Vélez parece correr con alguna ventaja sobre el resto. En la ofensiva cuenta con jugadores de jerarquía como pueden ser Lucas Castromán y Mauro Zárate, goleador del torneo Apertura junto con Rodrigo Palacio, al que se les sumaría en el equipo titular el tucumano Balvorín. En el mediocampo hay promesa de fútbol y dinámica con el mexicano Méndez, Iván Moreno y Fabianesi (la otra variante podría ser Ariel Broggi), Maximiliano Bustos y Emiliano Papa. Y una defensa sólida y probada, con sólo tres hombres, como le gusta a La Volpe: Hernán Pellerano, Maximiliano Pellegrino y Marcelo Bustamante; a ellos se le suma el arquero Gastón Sessa, de muy buen desempeño en el conjunto velezano.

Además, Vélez tendrá a favor el hecho de ser un candidato serio, pero sin tener la presión que cargarán equipos como River, Boca y Estudiantes. River, por todo lo que compró y por la falta de resultados en los últimos años; Boca, por la frustración del tricampeonato; Estudiantes, por el hecho de ser el último campeón y tener la obligación de confirmar todo lo bueno que realizó en 2006.

La gran incógnita pasa por saber si el plantel de Vélez será lo suficientemente fuerte como para poder pelear en ambos frentes, sin desangrarse. La lucha por la Copa Libertadores será dura, y más todavía partiendo desde la fase preliminar, pero Vélez tendrá oportunidades para hacer valer su mística copera, como lo hizo en la última edición, en la que tras terminar como el mejor equipo de la fase regular, eliminó nada menos que a Newell’s en los octavos de final y luego terminó siendo borrado por Chivas, frente al que había conseguido un importante empate sin goles en México, para más de un mes después –debido a la interrupción que provocó la realización del Mundial– y sin una de sus principales figuras como lo era Leandro Gracián, caer 1-2 en Liniers y quedarse con las manos vacías.

Si el equipo de La Volpe ajusta la mira al Clausura, aprovechando que los otros candidatos priorizarán la Copa, las chances de obtener un nuevo título local serán mayores. Pero Vélez, sus jugadores, su cuerpo técnico, sus hinchas, tendrán antes tiempo suficiente para ver cómo viene la mano y decidir en consecuencia.

CHANCES

7/10