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El sorprendente Atlético de Rafaela supo aprovechar al máximo la apatía de Gimnasia, muy flojo en todas sus líneas, y lo goleó para quedar como uno de los escoltas del líder Boca. Gimnasia, que todavía no ganó y suma apenas cuatro puntos, terminó brindando la imagen de un equipo desorientado y endeble, y se retiró de Rafaela envuelto en preocupación.
Decidido a hacer valer su localía, Atlético salió a atacar desde el arranque y en el primer cuarto de hora complicó en varias ocasiones a la última línea visitante. Recién después de los quince minutos Gimnasia logró acomodarse algo mejor en el terreno y emparejar un poco.
Cuando a Rafaela más le costaba generar peligro, Villa armó una muy buena jugada individual y, tras eludir a un defensor, sacó un derechazo cruzado para el 1-0.
La fiesta de los locales y la debacle del equipo platense comenzó en el complemento: en diez minutos, Atlético anotó tres goles. El segundo llegó como consecuencia de un tiro libre de Carlos Juárez que Del Bono conectó de cabeza al segundo palo.
Cinco minutos más tarde, un dubitativo Juan Carlos Olave le tapó un mano a mano a Di Lorenzo, quien al conectar el rebote la mandó a la red con una media vuelta. Al rato, Marcelo Goux le cometió un penal a Villa y el ex delantero de Huracán lo trocó por gol con un remate bajo y levemente inclinado hacia la derecha.
Las más de 10 mil personas que acompañaron a Atlético deliraron de felicidad. Gimnasia, en cambio, recibió una de esas derrotas que, además de bronca, generan preocupación.