BOCA EMPUJO UNA HORA Y MEDIA A LANUS, QUE LO MATO CON UNA CONTRA
Con los pibes tampoco
El Maestro Tabárez redondeó una semana nefasta –tres partidos, tres derrotas, ningún gol a favor y cinco en contra– con una nueva demostración de impotencia ofensiva, ahora con otros jóvenes, empeñosos intérpretes. No hubo caso. Enfrente, el modesto Lanús hizo poco, pero al menos, vía Bustos-Mannara, la embocó una vez y supo aguantar prolijo. Un respiro para los del Sur y para Boca, el trabajo de Tévez.
Aunque en el comienzo del encuentro parecían mejor dispuestos para jugarse y obtener los tres puntos, los juveniles de Boca cayeron ayer de visitantes por 1-0 ante Lanús, en un encuentro que fue muy peleado hasta el último minuto. El equipo del uruguayo Oscar Tabárez, que decidió dar descanso a los titulares, sumó así su segunda derrota consecutiva, tras la caída ante River (0-3) en la Bombonera. Los hinchas de Lanús protagonizaron incidentes violentos, cuando pretendieron pasar de la tribuna popular a las plateas para agredir a sus propios dirigentes, quienes les habían solicitado, por pedido de la Policía Bonaerense, que no concurrieran al estadio con banderas gigantes, mientras que los de Boca sí lo hicieron.
Con Carlos Tévez como enganche, Alfredo Moreno y Ariel Carreño en la delantera, y Cristian Giménez, Omar Pérez y Gustavo Pinto en la zona de volantes, los primeros minutos de Boca fueron muy rápidos, dinámicos, pero de escaso peligro en el área rival. Porque Boca comenzó jugando demasiado rápido el balón y así perdió precisión en los últimos metros, donde la pelota parecía llegar bastante caliente como para pararla, pensar y definir. A Lanús, por su parte, le costó encontrar el camino para cortar el juego de los medios de Boca, aunque ya desde el inicio el equipo granate parecía convencido de que lo mejor era esperar y salir de contraataque.
Puro vértigo, los delanteros de Boca tuvieron varias chances para abrir el marcador, que no se dieron, en la mayoría de las veces, por errores en la definición. El arquero Pontiroli le tapó un remate a Pérez, un cabezazo a Moreno y otro a Carreño. Aunque también trabajó Wilfredo Caballero, quien debió esforzarse para desviar un cabezazo de Ariel López que pasó muy cerca del palo izquierdo del arquero. Ese tiro y un disparo de Diego Bustos de media distancia fueron las más claras de los locales.
En el segundo tiempo, Boca salió con la misma fórmula que había utilizado en el inicio, pero esta vez su control duró poco, porque Lanús se puso enseguida en ventaja, con un golazo de Rodrigo Mannara. En una jugada de pelota parada, el volante recibió un pase de Bustos y con mucho lugar para patear –la defensa de Boca se quedó algo dormida– metió un pelotazo cruzado al palo izquierdo de Caballero, que nada pudo hacer.
El gol les permitió a los locales ganar protagonismo, ya que sin grandes sacrificios comenzaron a contar a su favor con la desesperación de Boca, que siguió presionando y buscando el arco rival, cada vez con menos tino, lo que les hizo perder varias pelotas innecesariamente. Lanús trató de defender los puntos muy metido en su campo y lo consiguió. Boca, ya sin orden ni claridad, buscó el empate hasta el último segundo. Si hasta el Flaco Schiavi se quedó arriba, como nueve, para tratar de embocar un cabezazo, que nunca llegó.