EN EL GRAND PRIX DE MALASIA NO GANO MICHAEL SINO SU HERMANO RALF
Le tocaba al otro Schumacher
Al campeón del mundo lo tocó Juan Pablo Montoya en la largada y tuvo que parar en boxes. Desde allí remontó hasta el tercer lugar, pero el máximo beneficiado fue su hermano, que aprovechó los retrasos y el abandono de Barrichello para ganar su cuarta carrera en la Fórmula 1. Otra vez McLaren fue un desastre.
Por Patrice Burchkalter
y Andrea Wimmer
Desde Kuala Lumpur
Quince días después de la victoria de Michael Schumacher (Ferrari) en Australia, su hermano Ralf (Williams-BMW) se impuso en el Grand Prix de Malasia, segunda prueba del campeonato del mundo de Fórmula 1, en el circuito de Sepang. El menor de los Schumacher superó a su compañero en Williams-BMW, el colombiano Juan Pablo Montoya, y al Ferrari de su hermano mayor, quienes protagonizaron un incidente en la largada.
Como de costumbre cuando se apagan las luces rojas, Michael Schumacher se lanzó sobre la derecha para cortar la trayectoria de Montoya. Pero el Williams-BMW había elegido el exterior de la pista, con lo cual los dos monoplazas avanzaron uno al lado del otro en plena aceleración, hasta alcanzar los 280 km/h. En el momento de frenar, ambos autos entraron simultáneamente en la curva. Y lo inevitable se produjo.
El Ferrari y el Williams chocaron y el alemán perdió el spoiler de su monoplaza. Schumacher se vio obligado a entrar en boxes para cambiar la parte delantera de su auto, mientras que Montoya continuó la carrera. A partir de ese momento, la victoria se convirtió en algo imposible para Michael Schumacher. Tal vez no para el colombiano... hasta que una penalización de la dirección de la carrera lo obligase a pasar por boxes. Una sanción muy dura.
“Hemos visto situaciones más extremas que no han sido penalizadas. Fue sólo un pequeño choque”, reconoció el cuádruple campeón del mundo. “Es una decisión escandalosa”, comentó Jacques Villeneuve, modesto octavo en la carrera.
“Fue injusto”, explicó Montoya, al que se vio visiblemente enfadado cuando llegó a boxes. “Ridículo”, definió Ralf. En el trasfondo de la polémica está que el espectacular accidente entre Ralf y Rubens Barrichello en el pasado Grand Prix de Australia terminó sin ninguna sanción para sus protagonistas. “Creo que tras el caso de Australia hoy fueron un poco extremos. Y me tocó pagarlo a mí”, exclamó Montoya, que se considera un “chivo expiatorio”: “Yo no causé la colisión. Le di suficiente espacio, él tuvo un poco de subviraje y me tocó. Fue un accidente normal de carrera”.
También perjudicado en el accidente, Michael Schumacher criticó la decisión. “Ya vimos en el pasado muchas situaciones mucho peores donde no se tomó ninguna decisión. Y ahora, en un pequeño roce, se hace algo. Parece que no hay coherencia, y eso debemos mejorarlo en el futuro”, declaró. “Los comisarios establecieron una sanción que no puedo entender en absoluto”, sentenció el jefe del equipo Jaguar, el ex piloto austríaco Niki Lauda.
La largada fue provechosa para el brasileño Rubens Barrichello (Ferrari) y para el alemán Ralf Schumacher (Williams-BMW). Si bien el piloto sudamericano ocupó la posición de punta al inicio de la prueba, terminó abandonando en la 40ª vuelta, por problemas de motor. Los neumáticos Michelin de Williams demostraron su ventaja en el calor de la pista de Sepang y se portaron mejor que los Bridgestone de Ferrari.
Ralf lideraba al pelotón mientras, detrás, Montoya y Michael luchaban por ganar terreno. La hecatombe de los McLaren-Mercedes –primero el abandono del británico David Coulthard y luego el del finlandés Kimi Raikkonen– permitió a Montoya colocarse en la segunda posición. Finalmente, el mayor de los Schumacher sacó provecho de los problemas de Jenson Button (Renault) para hacerse con la tercera plaza en la última vuelta.