Morgenstern & Roth
POR J.F.
Soma Morgenstern nació en Budzanow (Galitzia Oriental) en 1890, hijo de un hassid ilustrado. Estudió Derecho en Viena, peleó en el frente oriental durante la Primera Guerra, luego de una breve carrera como dramaturgo se incorpora como corresponsal cultural en Viena del Frankfurter Zeitung. En 1927 obtiene la ciudadanía austríaca. En 1934, a causa de su origen judío, perdió su trabajo y se exilió durante una temporada en París. A fines de 1935 apareció su primera novela, El hijo del hijo pródigo, la primera de su trilogía Destellos en el abismo. En la Alemania nazi, ese primer volumen sólo pudo venderse a judíos hasta que Goebbels cerró la editorial. Robert Musil le había hecho saber a Morgenstern, una vez leída la primera mitad de esa novela: “Aunque por algún motivo no pudiera usted finalizarla, lo que he leído ya pertenece a la literatura universal”. El 13 de marzo de 1938, día de la anexión de Austria a la Alemania nazi, Morgenstern huyó a París. Su mujer y su hijo hicieron lo propio a Dinamarca. En 1940 fue internado en un campo de concentración en Bretaña, del que huyó. En Marsella logró embarcarse a Casablanca y de allí, vía Lisboa, llegó a Nueva York. Todos sus manuscritos y papeles personales quedaron en poder de la Gestapo, por lo que debió reconstruir su segunda novela de memoria, en circunstancias penosas. En 1946 obtuvo la ciudadanía norteamericana y logró que su mujer y su hijo se reunieran con él en América. Sólo regresó una vez a Europa, en 1950. La pérdida de amigos y familiares en campos de concentración, el descubrimiento de la magnitud de los crímenes nazis y la tarea abrumadora de reconstruir de memoria su obra le provocaron una afasia casi insuperable. En 1976, prácticamente desconocido para el mundo literario, murió en Nueva York. Dos décadas después, su obra comenzó a editarse completa en lengua alemana y recibió el justo merecimiento que hasta entonces la había eludido. Huida y fin de Joseph Roth es su único libro vertido al castellano (editado por Pre-Textos en el 2001, en traducción de Eduardo Gil Bera). Además de la trilogía Destellos en el abismo y del libro sobre Roth, en la obra de Morgenstern se destaca la memoria/ensayo Alban Berg y sus ídolos, articulado en torno a los cinco “dioses domésticos” del compositor que fue su gran amigo: Gustav Mahler, Arnold Schoenberg, Adolf Loos, Karl Kraus y Peter Altenberg.
Los libros de Joseph Roth traducidos al castellano son Fuga sin fin (Icaria, 1979), Job. Historia de un hombre sencillo (Bruguera, 1981), A diestra y siniestra (Anagrama, 1982), El profeta mudo (Montesinos, 1982), Tarabas. Un huésped en esta tierra (Seix Barral, 1983), La noche mil dos (Anagrama, 1983), La rebelión (Seix Barral, 1984), Hotel Savoy (Cátedra, 1987), La leyenda del santo bebedor (Anagrama, 1985), La marcha Radetzky (Edhasa, 1989), Confesión de un asesino (Anagrama, 1992), La cripta de los capuchinos (El Acantilado, 1991), La tela de araña (El Acantilado, 1992), El Leviatán (Siruela, 1992), El peso falso (Siruela, 1993). Lo único que se ha traducido hasta ahora de la formidable obra periodística de Roth es Judíos errantes (editado por Muchnik en los ochenta). Tampoco existe versión en castellano de la biografía realizada por David Bronceen, Joseph Roth. Eine Biographie (Colonia, 1974).