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La buena fortuna de Adrián Dárgelos y compañía empezó, paradójicamente, cuando se fueron de la multinacional Sony y firmaron con Pop Art. Adrián Dárgelos tiene otra explicación: “Dependió de una maduración compositiva y en nuestra trayectoria, además de que seguimos apoyándonos en pretensiones artísticas cuando todo el rock de acá vivió un período de achatamiento post-devaluación. El mercado argentino es archiconservador y más las multinacionales, porque sus directivos están atados a políticas corporativistas. Las multinacionales viven de vender discos extranjeros y con el vuelto de los impuestos invierten en productos de riesgo, porque quizás alguna banda la pega y hacen la diferencia en el mercado latino, como Shakira o Juanes”. En el panorama de recesión casi absoluta –que Babasónicos no sufrió tanto, debe decirse– de principios de este año, sin embargo, Dárgelos ubica el comienzo de una nueva situación: “La música siempre te rescata de lo peor”, afirma. “Todo empezó con mucha respuesta y poco incentivo: las bandas comenzaron a reventar todo sin publicidad. Y entonces apareció el sponsoreo y a darse un vuelco grande.” De allí la presente situación, en la que tantos discos de bandas importantes aparecen al mismo tiempo. “Eso amplifica, no divide”, dice Dárgelos. “El mercado crece tanto que el mismo consumidor que antes no tenía opciones, quizásahora se compre cuatro discos. Porque, al final, un disco es el único oasis que te venden por la misma plata que un gramo de cocaína o una pastilla de éxtasis. Y los discos te van a brindar tanto más... Quizás cincuenta ácidos te brinden más imaginación que un disco, pero no los podés pagar.”
Bonus Track: En el imaginario propuesto por Infame hay, dice Dárgelos, mucha superficie y artificio, pero es una mentira que lleva a la belleza. El amor aparece efímero: coqueteo y concreción, pero no romance. Sin embargo, hay varias canciones con música que podría calificarse de “romántica” (pensar en Sandro y Nicola Di Bari), resignificada por la interpretación babasónica. El álbum es menos rockero que Jessico, pero termina con un ruego desesperado: “Trae a casa mi rock’n’roll”.
Frase cElebre: “La música no tiene moral” (Fan de Scorpions)
La perla: En Gratis, Dárgelos habla de su “misión”: alcanzar una porción de locura y transmitir esas “mil maravillas” sin guardarse el secreto.