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Una de las imágenes de la contratapa del recientemente editado This is not a test! de Missy Elliot se parece, en su concepción visual, a la foto que abría la entrevista a Carlos Tevez publicada por la revista Rolling Stone edición argentina. ¿Coincidencia cósmica? Eso parece, aunque podría interpretarse también como la confirmación de algo: CARLOS TEVEZ, el más promocionado y joven talento futbolístico del momento, ES LA PRIMERA ESTRELLA HIP HOP ARGENTINA. Basta verlo en sus apariciones públicas fuera del campo de juego, vestido de los pies a la cabeza (literalmente) de Nike, con esas bermudas XXXXXL, remeras coloridas y una variada colección de gorros, manejando un auto deportivo con música a todo volumen junto un grupo de amigos, igualmente vestidos, moviéndose al compás del ritmo. Que no es hip hop, claro, es cumbia (ya se habló bastante de la posible relación social-poética entre ambos géneros). Basta repasar su historia de infancia difícil en Fuerte Apache, una versión tercermundista de South Central o Washington Heights; o el generoso espacio que los medios dedican a su figura –aquí el fútbol representa lo que la música allá, una posibilidad de salir del ghetto– para encontrar más coincidencias que lo hacen merecedor del título. Por eso, los perros que acompañan a Missy y a Carlitos parecen estar dando el mismo mensaje de poder. Lo único que cambia es la banda de sonido. Y eso, en unos años, quizás ni sea una diferencia real.E.P.