Domingo, 16 de marzo de 2014 | Hoy
INEVITABLES
Cuatro actores, especialistas en el teatro físico, el clown y el burlesco, interpretan la tragedia de Shakespeare en una puesta totalmente despojada de realismo cotidiano. El juego físico y el verso blanco del inglés se enfrentan y se complementan en un lenguaje lúdico y absurdo. Respetando el texto, su poesía y tensión dramática, ahondan en las intenciones de los personajes a través del gag cómico, generando una ironía siniestra. Sin solemnidad, la relación entre lo trágico y lo cómico aparece como clave del teatro clásico y contemporáneo. Dice Gabriel Chamé Buendía, director de la pieza: “Othelo es actual, y montarlo en Argentina me cuestiona sobre el amor, la lealtad, el racismo, la ambición, la violencia doméstica, envidia, celos, frialdad científica y/o creencia sanguínea. ¿Qué son para nosotros un negro, un mentiroso y la venganza?” Actúan Matías Bassi, Julieta Carrera, Hernán Franco y Martín López Carzolio.
Jueves a las 21 y viernes a las 20, en La Carpintería, Jean Jaurès 851. Localidades: $ 120 y $ 80.
Una de las ganadoras en la Bienal Arte Joven Buenos Aires, Cinthia interminable, es una obra hecha de mecanismos escénicos llevados hasta las últimas consecuencias. En ella se confiesan los sueños violentos y recurrentes de cada uno de los integrantes de la familia John Haber. Sueños que revelan ciertos episodios que han marcado y constituido a cada personaje para siempre. La familia John Haber no existe, es un espejismo. Sin embargo, los funda una mitología universal y eterna. Dice Juan Coulasso sobre su obra: “Cinthia interminable recibió incidencias de múltiples territorios, pero principalmente de las escenas cotidianas de una familia tipo retratada según los programas de televisión norteamericanos que llegaban doblados a nuestros televisores en los años ochenta, cuando nosotros éramos apenas unos niños”.
Viernes de marzo, a las 23, Teatro Beckett, Guardia Vieja 3556. Entrada general: $ 80.
A punto de cumplir 60 años, Pat Metheny parece estar en un alto momento creativo. Desde The Way up (2005), que terminó siendo el disco despedida del Pat Metheny Group, grabó –entre otras cosas– dos discos con Brad Mehldau, presentó su Orchestrion, formó un nuevo grupo, bautizado con el nombre de Unity, y hasta editó el año pasado todo un álbum basado en composiciones de John Zorn. Así es como el guitarrista llega a este segundo opus junto a su Pat Metheny Unity Group, un quinteto que lo retrotrae a los mejores momentos del legendario grupo con Lyle Mays. Con el agregado del multiinstrumentista italiano Giulio Carmassi, el sonido conciso de la primera versión de Unity gana en variedad y riqueza sonora, acompañando las intervenciones del saxo y clarinete de Chris Potter. El grupo se completa con Antonio Sánchez en batería y Ben Williams en bajo, y la esencia del proyecto se percibe en los temas más largos, como el que abre el disco, “On Day One”, quince minutos que llevan la inconfundible firma de Metheny.
Con arreglos mínimos e improvisaciones íntimas, este primer disco del dúo entre el piano de Julián Solarz y la voz de Analía Sambuco se enorgullece de recorrer canciones latinoamericanas raras, escondidas y encontradas. Abriendo con “Caja de música” –Aznar musicalizando a Borges– y cerrando con “Músico”, de Carlinhos Brown, el dúo incursiona en temas de Mauricio Ubal, El Príncipe y Hermeto Pascoal, dejando un lugar privilegiado para dos temas de Bola de Nieve: “Pobrecitos mis recuerdos” y “No dejes que te olvide”.
Después de la auspiciosa recepción que tuvo Blue Valentine –con Michelle Williams y Ryan Gosling–, la nueva promesa del indie Derek Cianfrance filmó esta película, titulada originalmente The Place beyond the Pines, que no pasó por los cines argentinos. Conviene moderar las expectativas y saber de antemano que se trata de una película larga y ambiciosa (tirando a pretenciosa) para evitar la frustración. Cianfrance convoca nuevamente a Gosling, para que interprete ahora a un misterioso motociclista, as de la velocidad que sale zumbando de la feria ambulante en la que trabaja en busca de una chica con la que tuvo un amorío fugaz, Romina (Eva Mendes), y que ahora acaba de dar a luz, en secreto, al hijo de ambos. Decidido a aplicarse en el papel de padre y proveedor, el muchacho opta por rascar nuevos recursos en el mundo del crimen, capitalizando su habilidad de motoquero en una serie de robos a bancos. Las cosas se complican cuando se cruza en su camino la Ley, o algo así, encarnada en el oficial Avery Cross (Bradley Cooper), y el melodrama inicial va cediendo su lugar al thriller.
Austenland se llama en realidad este otro estreno directo en dvd y la idea original no está mal: Keri Russell –la chica que fue Felicity y ahora protagoniza la más que recomendable serie The Americans– interpreta a una treintañera nerd obsesionada con la obra de Jane Austen (y enamorada de uno de sus personajes: Mr. Darcy, de Orgullo y prejuicio). La chica decide gastar todos sus ahorros en una experiencia por lo menos polémica: una visita a Austenland, parque temático donde se reunirá con otros con su misma patología, comportándose todos como personajes de época y reproduciendo situaciones de las novelas de la autora adorada. Luego sobreviene el cliché, pero sin perder simpatía.
Aún pueden verse varias de las mejores películas de este seleccionado dedicado al cine de la Primavera de Praga. Tal como indica el programa, “se conoce como Primavera de Praga a un breve período de apertura cultural y política que llevó a cabo Checoslovaquia en 1968”; que “quedó clausurado con la entrada de los tanques soviéticos en agosto de ese año”, pero cuyo espíritu fue anticipado (y luego prolongado) en diversas manifestaciones culturales, incluyendo varios films inolvidables, como los primeros de Milos Forman y otros maestros como Jirí Menzel, Vera Chytilova (autora de la gran película que da título al ciclo) e Ivan Passer, muchos de ellos formados en la célebre escuela de Praga. Entre otras películas, aun pueden verse Los frutos prohibidos del paraíso (de Chytilova); La tienda de la calle mayor, de J. Kadar y E. Klos; ¡Al fuego, bomberos!, de Milos Forman, y Trenes rigurosamente vigilados, y Los locos de la manivela, ambas de Menzel, todas en copias en 35 mm donadas por la distribuidora Artkino a la Filmoteca Buenos Aires. Más info: www.malba.org.ar
Durante todo marzo en el Malba, Av. Figueroa Alcorta 3415
La monumental La guerra y la paz, de Tolstoi, ya había sido llevada al cine por King Vidor una década antes de esta obra maestra de Sergei Bondarchuk, quien decidió que sólo el cine soviético podía hacerle justicia a esa obra tan rusa, y se lanzó a realizar la película más costosa de la historia. A pesar de la megalomanía del proyecto, su autor consiguió un film muy personal, lleno de ideas formales sorprendentes. Como la duración total es de siete horas, se verá en cuatro partes, arrancando este viernes a las 23, y siguiendo el sábado a las 19, 21 y 23 con la segunda mitad de la primera parte, y el resto, titulado Gloria y ocaso de Napoleón. Imperdible, y con entrada gratis.
Viernes 21 y sábado 22, en el auditorio de la Enerc, Moreno 1199.
La serie original de Carl Sagan regresa con la conducción de Neil DeGrasse Tyson y la producción ejecutiva de Ann Druyan (la viuda de Sagan) y de Seth MacFarlane, el creador de la serie animada Padre de familia, director de la fumeta Ted (lo cual tiene sentido, porque Cosmos es todo un viaje) e injustamente denostado animador del Oscar en 2013. Una de las series científicas más recordadas e influyentes de todos los tiempos, Cosmos: A Personal Voyage, marcó un antes y un después en el género “de divulgación”. En este nuevo recorrido, la cara del programa es la del famoso astrofísico Neil deGrasse Tyson, y la imagen aprovecha todas las posibilidades que ofrece la tecnología de efectos digitales para reproducir aquellos paisajes siderales que el común de los mortales, por muchos sueños astronáuticos de los que nos hayamos nutrido en la infancia, jamás podremos ver. Estrenado el martes pasado, el primer episodio fue extraordinario; los doce que siguen prometen repetir la hazaña de estar a la altura del original.
Los martes a las 22, por Nat Geo
Las series de antología –fantásticas o de suspenso– de los años ’50 y ’60 son de lo mejor que ha hecho la ficción televisiva jamás, digan lo que digan los fundamentalistas de la Nueva Era de Oro de las Series Norteamericanas. Por eso vale la pena celebrar el regreso de la hora semanal creada y presentada por el director de Psicosis. Si bien existe un público joven que cree que la tv empezó con Lost. Alfred Hitchcock presenta arrancó en 1955 y se extendió por siete temporadas, alimentándose de la obra de escritores altamente adaptables al cine, como Roald Dahl, Eric Ambler, Ambrose Bierce, Ray Bradbury y muchos otros, y la enmarcaba –aparte de las introducciones a cargo de Hitch– la inolvidable “Marcha fúnebre por una marioneta”, compuesta por el francés Charles Gounod. Una auténtica maravilla.
Viernes a las 23.30 y repeticiones, por Encuentro
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