Desde el pasado 16 de junio, cuando anunció su candidatura a presidente de los Estados Unidos, el reaccionario Donald Trump se ha vuelto controvertido protagonista de la escena política norteamericana, amén de los desdichados dichos que dedicase entonces a los inmigrantes mexicanos y, por extensión, a la comunidad latinoamericana. No sólo los acusó de narcotraficantes y violadores; también prometió vallar la frontera y hacer que México pague semejante muro de más de 3 mil kilómetros. Nada nuevo bajo el sol: años atrás, el hombre –“bufón oficial de la campaña”, para muchos– ya se había despachado contra negros e hispanos, responsabilizándolos del 98 por ciento de los crímenes violentos cometidos en suelo yanqui. Empero, más allá de la reacción en cadena que siguió a sus declaraciones (Univision y NBC rompieron relaciones con su empresa; Macy’s ya no vende su ropa; varios países retiraron su participación de Miss Universo; famosas como América Ferrera, Shakira o Eva Longoria hicieron pública su indignación, etcétera), hoy el tipo lidera las encuestas republicanas...

Lo cual, por supuesto, recrudeció las reacciones. “Peticiones han circulado, protestas han sido organizadas, chistes han sido contados. Pero la mejor respuesta al comentario sobre una ‘reforma inmigratoria’ de Donald es la orquestada por el artista Fernando Sosa”, destaca el sitio Flavorwire respecto al reciente trabajo de este inmigrante mexicano que reside en Florida desde los 11 años. Ocurre que Sosa, ducho en las bondades del diseño y ejecución de juguetes sexuales, no ha tenido mejor manera de expresarse que creando un butt plug (léase: tapón anal) con formita de Trump. “Usualmente los hago para insultar a dictadores y homófobos”, ofrece el muchacho que, en esta ocasión, dedicó su producto 3D al declarado racista, aclarando que es su manera de “expresarse libremente”. Y ganar unos billetes en el proceso, en tanto el miniDonald anal puede adquirirse por 27,99 dólares y ser utilizado donde el sol no brilla.