Si de coherencia se trata, una instalación sin igual: una banda de death metal toca hasta la muerte. O mejor dicho: hasta que la caja donde están encerrados sus miembros se quede sin aire y corran peligro sus vidas, voces, salud mental, etcétera. Amén del arte, esta propuesta (de tortura) es obra y desgracia de Joao Onofre, un reconocido artista portugués que ha llamado al grupo Unfanthomable Ruination para adentrarse a un cuadrado hermético e insonorizado, y tocar allí hasta que los pulmones aguanten. Varias veces por semana, dicho sea de paso. Hasta el próximo 1º de agosto sucederá la performance, titulada Box Sized DIE, con cita de miércoles a viernes a las 18 horas frente al Gherkin, mítico edificio de la city londinense.

Parte de la nueva exhibición del artista “Escultura en la ciudad”, el proyecto de riesgo está, acorde con la descripción de su autor, “determinado en duración por la cantidad de oxígeno” y permite que los espectadores visibilicen “las extrañas vibraciones de la caja, al igual que la entrada y salida de los rockeros cuando interactuar con el espacio para la performance”. De música, ni noticias (salvo el dato de que interpretarán temas como “Edges of Disfigured Atrocity” o “Futile Colossus Decapitated”, aunque nadie los oiga). De preocupación, al parecer, tampoco. “Respirar en un show complicado es mainstream. Son bienvenidas las apuestas sobre quién de nosotros morirá primero”, ¿bromeó? la banda en su cuenta de Facebook. Que (sobre)viva el rock&roll.