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La idea de crear el Monumento surge en 1907 de los propios residentes españoles, quienes deciden donarlo como parte del festejo del primer Centenario de la Revolución.

Se le encargó la obra al escultor catalán Agustín Querol, quien sólo alcanzó a realizar los bocetos, ya que falleció al año siguiente. De este modo los planos debieron ser completados por otros artistas.

Así, la obra nace huérfana y es inaugurada para el Centenario con una primera piedra fundante ubicada por la Infanta Isabel de Borbón y el presidente de la nación José Figueroa Alcorta.

Más tarde, el 6 de marzo de 1916 se hunde en Brasil el barco que transportaba gran parte de la estatuaria y de los ornatos del Monumento. En 1917 se encargan nuevas réplicas de las partes perdidas en el naufragio.

Dos años después llegan las piezas faltantes, pero la aduana argentina pretende cobrar nuevos aranceles aduaneros. Tres años más son necesarios para sacarlas del puerto de Buenos Aires. Al abrir las cajas se constata que muchas piezas se estropearon en el camino.

Se intenta inaugurar el Monumento para el 12 de octubre de 1926, pero la Municipalidad de Buenos Aires no termina a tiempo la construcción de las veredas y el sistema de agua de las fuentes. Finalmente, el 13 de marzo de 1927 el conde de Amalfi, en nombre del rey Alfonso XIII entrega el Monumento en nombre de la comunidad española al presidente Marcelo T. De Alvear.