Martes, 13 de noviembre de 2007 | Hoy
Uno es el primo de Reutemann. El otro un contador radical. Cubrirán las vacantes generadas en el Tribual de Cuentas.
Jorge Obeid se despedirá de la Casa Gris con un festival de nombramientos. Ayer remitió a la Legislatura los últimos dos pliegos que le quedaban en su despacho para cumplir los compromisos políticos con sus amigos: propuso al primo de Carlos Reutemann y diputado del PJ, Mario Esquivel y al abogado y contador radical Sergio Más Varela como vocales del Tribunal de Cuentas. Así que ahora se vienen dos Asambleas Legislativas: una, el jueves 22 que votará el pliego de la diputada del PJ, Liliana Meotto, como defensora del Pueblo adjunta en Rosario. Y otra, el jueves 29, que aprobaría los pliegos de Esquivel y Más Varela y de otros 25 jueces (seis para cargos titulares y diecinueve para el banco de suplentes), entre ellos cuatro elegidos por Obeid sin tener en cuenta el orden de mérito en el concurso del Consejo de la Magistratura. "A los jueces no los eligen los jueces, los propone el Poder Ejecutivo y los aprueba el Poder Legislativo", dijo el gobernador al defender su facultad constitucional de nombrar magistrados.
Obeid intentó aplacar la controversia por los nombramientos en el fin de su mandato. Antes de su viaje a Cuba, el gobernador designó a Meotto en la Defensoría del Pueblo y propuso a Esquivel y Más Varela para el Tribunal de Cuentas. El pliego de la diputada reutemista marchó rápido a la Legislatura. Pero los otros dos tuvieron que pasar por un filtro en el Ministerio de Hacienda, donde se abrió un proceso para recibir impugnaciones -que al final no se concretaron- y terminó el martes pasado. Ayer, recién llegado del Caribe, el gobernador completó el trámite: mandó a la Legislatura los otros dos pliegos.
Antes de viajar a Cuba, Obeid dejó firmado otros 25 pliegos de jueces que llegaron a la Legislatura cuando el mandatario ya estaba en la isla. Seis para cargos titulares y diecinueve para el banco de suplentes, como se llama a una lista de subrogantes para distintos fueros.
Una de los pliegos detonó un escandalete en el Consejo de la Magistratura, cuando trascendió que Obeid había enviado el pliego de la jueza Julia Gandolla como vocal de la Cámara de Circuito de Santa Fe y no el del juez Francisco Cecchini, que ganó el concurso. Cecchini obtuvo 84 puntos por sus antecedentes, una prueba de oposición y la entrevista personal, mientras que Gandolla quedó segunda, seis puntos abajo.
La decisión de Obeid de postular a Gandolla y no a Cecchini tuvo sus consecuencias: el juez Enrique Muller renunció a representar al Colegio de Magistrados de Santa Fe en el Consejo de la Magistratura. Pero también la doctora Gandolla renunció a su ascenso a camarista, en una nota que envió a la Legislatura. Gandolla y Cecchini son viejos conocidos y Muller un buen amigo de Cecchini.
Ayer, Obeid reivindicó su facultad constitucional de designar a los jueces sin tener en cuenta el orden de mérito en los concursos del Consejo de la Magistratura. "A los jueces no los eligen los jueces. Los propone el Poder Ejecutivo y los aprueba el Poder Legislativo", dijo. Una explicación de por qué propuso a Gandolla y no a Cecchini, sobre quién pesarían algunas denuncias de abogados litigantes.
"La designación de jueces tiene un mecanismo constitucional. No son los jueces quienes designan a los jueces, sino que son los otros dos poderes: los propone el Ejecutivo y los aprueba el Legislativo", insistió Obeid. "Hace algunos años, la provincia instituyó el Consejo de la Magistratura que es un organismo que reduce la discrecionalidad del gobernador y selecciona una terna de candidatos (que antes deben pasar por tres instancias: evaluación de antecedentes, prueba de oposición y entrevista personal). Yo estoy totalmente de acuerdo con ese mecanismo, a tal punto que en los dos proyectos de reforma de la Constitución de Santa Fe que enviamos (a la Legislatura), una de las propuestas era que el Consejo de la Magistratura tenga rango constitucional".
"Por lo tanto, el Consejo de la Magistratura propone una terna y el gobernador tiene la posibilidad de elegir cualquiera de los miembros de esa terna porque si yo tuviera que elegir el uno, el dos o el tres, directamente no estaría eligiendo, estaría firmando un expediente de algo que eligió otro", explicó Obeid. "La discrecionalidad que tiene el gobernador es poder elegir a uno de la terna, y eso es lo que he hecho cada vez que me han llegado las propuestas. Porque de lo contrario, serían los jueces los que elegirían a los jueces. Y lo que manda la Constitución es que los jueces son propuestos por el Ejecutivo y aprobados por el Legislativo"
- Pero, ¿no corresponde elegir a quien salió primero en el concurso?
- Le aclaro que a mi no me llegan los puntajes del primero, segundo y tercero, justamente, para no influir en mi decisión. A mi me llegan los tres nombres, yo no sé quién es el primero, el segundo y el tercero, yo sé que esos tres nombres pasaron el filtro del Consejo de la Magistratura y elijo uno de los tres. Si a mi me dijeran: 'este es el primero, este el segundo y este el tercero y usted tiene que elegir el primero', estaríamos violando la Constitución. Porque a los jueces no los elegiría el gobernador sino el Consejo de la Magistratura y el gobernador sólo quedaría para firmar un expediente.
- ¿No es una cuestión formal?
- No, es una facultad constitucional del gobernador. La Constitución dice que a los jueces los propone el Poder Ejecutivo y lo aprueba el Legislativa. De todas maneras, esto se podrá aclarar mucho más, cuando se incorpore a la Constitución Provincial el funcionamiento y atribuciones del Consejo de la Magistratura, que yo creo que este es un organismo sensacional porque quita la discrecionalidad absoluta que tiene el gobernador de proponer a cualquier persona.
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