Desde Santa Fe

El gobernador Hermes Binner envió a la Legislatura -para que sea tratado en el período de sesiones extraordinarias, después del receso de enero- un proyecto de su ministro de Gobierno y Reforma del Estado, Antonio Bonfatti, que modifica la Ley Nacional de Tránsito e incorpora en la provincia de Santa Fe la licencia de conducir por puntos, que ya está vigente en Europa, Estados Unidos y países de América Latina que lograron bajar hasta un 30 por ciento la tasa de accidentes viales. El mensaje 3423 del Poder Ejecutivo aparece como una respuesta a la ola de muertos en las rutas que atraviesan el territorio santafesino. "Este es un sistema que no sólo va a mejorar la situación del tránsito en la provincia con un combate a la imprudencia o la falta de responsabilidad de los conductores, sino que va crear conciencia vial en los ciudadanos", dijo Bonfatti. La iniciativa tiene media sanción de la Cámara de Diputados desde julio de 2007, cuando el ministro era, precisamente, el jefe del bloque socialista, pero desde entonces quedó varada en algún cajón del Senado, así que ahora con la habilitación de Binner los senadores del PJ -que tienen mayoría- no tendrán otra alternativa que considerarla.

Bonfatti presentó el proyecto hace dos años, logró la media sanción de Diputados recién en la última sesión antes del receso de invierno de 2007, pero llegó hasta allí: el Senado nunca lo trató. Pero ahora, convertido en mensaje del Poder Ejecutivo y a la luz de los hechos, tendrá otro cariz.

El sistema de licencia por puntos -explicó Bonfatti- otorga cinco puntos por año de vigencia del carné de conductor (o sea, 25 puntos en cinco años) y tipifica las faltas en tres rangos: leves, graves y muy graves. Cada falta significará la pérdida de puntos en la medida en que es sancionada por un juez de Faltas. Y así, los conductores reincidentes pueden llegar a perder la licencia de conducir.

Según el proyecto, las faltas muy graves -que implicarían la pérdida de tres puntos- serían conducir alcoholizado o bajo los efectos de estupefacientes, negarse a someterse al test de alcoholemia, sobrepasar en más de un 50 por ciento la velocidad máxima autorizada, circular con la habilitación suspendida, sin la licencia, sin seguro, a contramano, o no respetar el semáforo.

En tanto, incumplir las normas de señalización, conducir en forma negligente o sin dispositivos de seguridad, viajar sin los cinturones de seguridad o el casco colocado, negarse a exhibir la documentación y detenerse en lugares prohibidos serían algunas de las faltas que implicarían la pérdida de dos puntos. Las demás infracciones no acarrearán pérdida de puntos, salvo en caso de acumulación.

Bonfatti dijo que los conductores que pierdan la licencia por sucesivas faltas tendrán otra chance de recuperarla "por los años o meses que le queden de vigencia", pero para eso deberán someterse a "un curso de reeducación vial de no menos de 20 horas de duración".

Si la ley es aprobada por el Senado, se producirá también otra curiosidad: se aplicará en forma conjunta con otra ley sancionada hace más de diez años en la provincia, pero que nunca entró en vigencia. El Centro Unico de Antecedentes de Tránsito "impide que a quien le quitaron el carné en una localidad lo pueda sacar en el pueblo vecino", reveló Bonfatti.

El ministro dijo que la licencia por puntos ya se aplica en toda Europa, en Estados Unidos y en algunos países de América Latina, donde "lograron reducir hasta un 30 por ciento los accidentes de tránsito por la mayor conciencia y precaución de los conductores porque cada uno está siempre pendiente de los puntos que le restan".