Se trata de un cuadro médico grave que se produce cuando el cuerpo es incapaz de regular su propia temperatura lo que provoca una situación de desajuste térmico.

Su forma más habitual se produce por exceso de exposición al sol y se la llama insolación. Se acompaña de dolor de cabeza, fatiga, calambres musculares, náuseas, elevación de la temperatura corporal y abundante transpiración.

Si se permanece mucho tiempo en este estado sin tomar las medidas oportunas, la piel aparece caliente y seca, se produce aceleración del pulso, adormecimiento y pérdida de conciencia, pudiendo llevar al paciente a la muerte.

Cualquier persona puede acusar los efectos del sol o del calor, pero en algunos casos concretos los más expuestos son: los niños menores de 6 años, las personas mayores de 75 años, los recién nacidos (que están muy expuestos a las alteraciones de temperatura), y las personas con problemas de movilidad.

También los obesos; las personas que realizan mucha actividad física; los deportistas; los que padecen problemas de salud: hipertensión arterial, cardiacos, respiratorios, diabetes o problemas de tiroides. Asimismo debe presterse atención a las personas con Parkinson, Alzheimer, o que toman antidepresivos, tranquilizantes o diuréticos.

La primera medida es conducir a la persona con golpe de calor agudo a un lugar fresco y fuera del alcance del sol. Dependiendo de su estado, deberá ser llevada inmediatamente a un centro de salud u hospital.

Si la persona tiene síntomas leves puede ser de gran utilidad aplicar paños fríos en la zona de cabeza, cuello, tórax, brazos y muslos en un intento de bajar la temperatura interna del cuerpo, que suele superar los 40﷓41ºC.

El aporte de líquidos es también fundamental. Si la persona puede ingerir por boca (estando consciente) puede administrársele agua, pero nunca bebidas alcohólicas.

Si el paciente no puede ingerir es preferible no forzarlo, dado el riesgo de que "trague mal" y aspire a los pulmones el líquido. En cualquier caso, dar líquido poco a poco y a temperatura ambiente: evitar usar bebidas muy frías o ingestiones muy abundantes de golpe.

Emplear ropa ligera, preferentemente, clara y amplia.

* Director Provincial de Accidentologia y Emergencias Sanitarias (DIPAES)