El preso que fue restituído a la comisaría de la localidad de Fuentes, a pedido de numerosos habitantes que lo consideran una "buena persona", dijo ayer que está "agradecido" con el pueblo y manifestó su esperanza de que le sigan dando trabajo para poder cumplir con el beneficio de salidas laborales. Carlitos dijo estar "muy contento por la gente que me quiere, como el párroco (Carlos Romagnoli), y espero que el intendente (Norberto Contrucci) me siga dando trabajo".

El detenido, de 30 años y preso por homicidio, fue breve y medido a la hora de hablar, aunque se mostró contento por haber regresado a Fuentes, ya que si bien está privado de su libertad dijo que goza del cariño de mucha gente y en especial del párroco de la iglesia Nuestra Señora del Rosario. "En ese lugar recibí mi primera comunión y la confirmación, hace dos años", recordó el detenido.

Carlos se refirió a su traslado de la seccional de Fuentes a otro pueblo vecino a raíz del escándalo generado en octubre último, cuando se descubrió que virtualmente había quedado a cargo de la comisaría en ausencia de los policías, aunque explicó que su cambio de lugar de alojamiento no interrumpió sus salidas laborales. "Siempre seguí trabajando, desde que obtuve permiso para esas salidas, hace un año y medio", agregó. Consultado sobre qué precisa de aquí en más para vivir tranquilo, el detenido dijo entre risas "plata", aunque luego aclaró: "No, es una broma, lo que más necesito es que me sigan dando trabajo".

El presidente comunal de Fuentes, Norberto Contrucci, explicó que 400 de los 3000 habitantes de esa localidad pidieron que Carlitos fuera nuevamente alojado allí, ya que se trata de una "buena persona", que goza de salidas para trabajar y que en absoluto fue culpable de lo sucedido. El recluso está detenido por un homicidio que, según fuentes policiales, cometió en defensa propia cuando forcejeó y mató a uno de los dos asaltantes que entraron a robar a su casa de Rosario.

La solicitud vecinal fue aceptada por la Justicia santafesina y hace dos semanas el detenido fue restituído a la seccional de Fuentes, tras lo cual volvió a gozar de las salidas para trabajar en la intendencia local. "Este muchacho tenía mucha confianza con el sacerdote (de la parroquia local, Carlos Romagnoli), con su comunidad parroquial, donde había tomado la comunión y se había confirmado", explicó Contrucci al detallar los fundamentos del reclamo vecinal.

Carlitos fue sacado de esa seccional a raíz de una escandalosa situación descubierta el 13 de octubre del año pasado en esa población ubicada a unos 65 kilómetros al sur de Rosario. Ese día, un grupo de vecinos quiso denunciar un robo y, tras llamar telefónicamente a la seccional sin obtener respuestas, acudió a la dependencia, donde fue atendido en persona por el hombre que debía estar preso. Así se descubrió que en la seccional no había en ese momento ningún policía y que el preso estaba solo, ya que el único efectivo de guardia se había ido a llevar a un compañero hasta una población vecina para que prestara un servicio de vigilancia adicional.