La ministra de Educación, Adriana Cantero, reconoció ayer que creció en Santa Fe la cantidad de analfabetos. "Creemos que Santa Fe ha perdido índices de calidad en cuanto a la capacidad de alfabetizar a pobladores. Fue una provincia que años atrás se enorgullecía de decir que tenía pocos analfabetos y hoy el índice es sensiblemente mayor", admitió la funcionaria. En diálogo con Rosario/12 la ministra reconoció las cifras que maneja: poco mas de 61 mil analfabetos en el año 2001 de acuerdo a la cifras del censo del INDEC y poco más de 72 mil analfabetos puros en la actualidad. Los números que Cantero confesó no saber de memoria, pueden ser consultados en el portal oficial del gobierno santafesino. En la misma línea la responsable de la cartera educativa apostó a reducir los porcentajes de personas que no saben leer ni escribir a través de los programas sociales como el "Yo Sí Puedo".

La declaración que abrió la polémica, Cantero la produjo en el mismo instante en que se estaba llevando a cabo un hecho que las mismas autoridades educativas calificaron de "histórico": el ofrecimiento de cargos directivos para el EGB luego de 18 años sin concurso. (ver aparte).

"Los valores relativos, a veces engañosos, que hoy tenemos, fueron perdiendo los niveles de calidad que mantuvieron años atrás para capacitar a los pobladores", afirmó la funcionaria.

Según Cantero el orgullo que el Gobierno provincial podía sentir años atrás por la reducción lograda en el índice de analfabetismo "no se puede sentir hoy" porque los números crecieron negativamente. "Estamos trabajando en una meta que es disminuir estos valores mediante la puesta en funcionamiento de una vinculación de programas, entre ellos el 'Yo sí Puedo', en los departamentos más vulnerables", explicó la ministra.

Ante el cuestionamiento de los valores actuales, Cantero aseguró no recordarlos exactamente pero dejó la promesa de que para finales de este año, desde el Ministerio se ofrecerán los índices elaborados en esta temática, después de evaluar los resultados de dichos programas.

Consultada por este diario en las últimas horas del la tarde de ayer Cantero trató de minimizar el impacto que tuvieron durante la jornada sus apreciaciones. La ministra reconoció que en los últimos años crecieron los índices de analfabetismo, aunque remarcó que "fueron largos períodos y que los caso detectados involucran a gente de edad avanzada".

Después trató de ubicar el crecimiento como un fenómeno nacional. "A partir de datos del último censo del INDEC realizado en el año 2001 y algunos chequeos que hicimos vemos que es una realidad que se da en todo el país que exhibía entonces unos 750 mil analfabetos, que en valores relativos no parecen ser tantos, aunque la presencia de un solo analfabeto debería preocuparnos. Esta es sin dudas es nuestra deuda interna".

Aunque remarcó la dificultad de censar a analfabetos, finalmente terminó aceptando las cifras que este diario pudo consultar en el sitio web oficial de la provincia: en el año 2001 la cifra era de 61.165 analfabetos, mientras en el 2005 al momento de hacer una evaluación sobre el curso del programa "Yo sí puedo" tenía el objetivo de alfabetizar a 72.553 analfabetos puros.

"Esas cifras son las que manejamos, son las que están y en la medida que avancemos vamos a mejorarlas. El planteo estratégico es disminuir la cifra coordinando los distintos programas, que deben interactuar. El abordaje a aun analfabeto debe ser una trabajo personalizado, dejando de hablar de números. Lo que estamos haciendo es identificarlos con nombre y apellido". Pero para compensar Cantero remarcó que "es justo decir que las tasas de escolarización son crecientes y que la alfabetización inicial también".

Y para reforzar esta idea recordó que "el ministro de Educación de la Nación Daniel Filmus nos felicitó por el cumplimiento de las metas pedagógicas, lo que para nosotros es una satisfacción".

De igual modo Cantero destacó que no responsabilizaba a Carola Nin -su antecesora en el cargo- por la mayor cantidad de analfabetos. "No es responsable mi antecesora. Este es un proceso largo y en el que en realidad todos estamos muy comprometidos: debe ser el país el que asuma políticas de Estado para educar a los ciudadanos".