Hace dos semanas, el Concejo Municipal rechazó un pedido del intendente Martín Balbarrey para aumentar el boleto urbano un 15 por ciento (de un peso a 1.15) y desencadenó una huelga de choferes que dejó a la ciudad sin colectivos durante 72 horas. Ayer, Balbarrey ganó la pulseada con su Plan B. Logró que el Concejo lo autorice a decretar un aumento de la tarifa plana del 10 por ciento (de un peso a 1.10) y bajar el boleto centro de 70 a 60 centavos. Todo con la promesa que si el gobierno nacional reestablece los subsidios por la catástrofe del río Salado que Santa Fe sufrió el 29 abril de 2003, el boleto urbano volvería a costar un peso.

El Concejo autorizó a Balbarrey a disponer el aumento por decreto en una votación reñida por cinco votos a favor, tres en contra y cinco abstenciones. Votaron a favor los cinco concejales del PJ, en contra los dos enrolados en las filas del ex diputado reutemista Oscar "Cachi" Martínez y la concejal del ARI, Noelia Chimentín y se abstuvieron los radicales Julio Schneider, Carlos Pereira, Jorge Henn y Leonardo Simoniello y la concejal socialista Marta Fassino.