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Domingo, 28 de febrero de 2016

SANTA FE › VECINOS DEL BARRIO CANDIOTI DE SANTA FE SUMAN TESTIMONIOS SOBRE EL ASESINATO DE MILITANTES MONTONEROS.

Memoria recobrada gracias al juicio en marcha

Tras la declaración del periodista Daniel Sussex en la megacausa por crímenes de lesa humanidad cometidos en febrero de 1976 en la Plaza de las Banderas, un testigo que vivía en la cuadra donde mataron a Livieres Banks relató lo ocurrido.

 Por Juan Carlos Tizziani

Desde Santa Fe.

El testimonio del periodista Daniel Dussex en el juicio por la megacausa ‑que Rosario/12 publicó el domingo pasado‑ alentó el relato de otros vecinos del barrio Candioti que también fueron testigos de la caída de militantes montoneros en la plaza de las Banderas, en febrero de 1976. Dussex dijo ante el Tribunal Oral que había visto dos crímenes: un asesinato y un secuestro de quienes luego identificó por fotos: el jefe regional de Montoneros, Carlos Lorenzo Livieres Banks, baleado por la espalda que murió en el hospital José María Cullen, y el compañero de éste, Raúl Ameri, quien está desaparecido desde entonces. Otro vecino entrevistado ayer por este diario, Ramón Antonio Machuca, coincidió con Dussex que Liviéres Banks cayó en la vereda de "una casa de alto con balcón largo" y señaló con precisión ese lugar: Alvear 4134, porque él también lo vio desde su casa de enfrente. "Era un muchacho joven medio gordito que estaba herido y pedía agua", lo describió. El periodista Mariano Bravi recordó que su tío Alfredo Edmundo Bravi, ya fallecido, también vio a ese herido, intentó auxiliarlo, pero un represor lo frenó de un culatazo y aportó otro dato inquietante: Bravi vivía al lado de Machuca y el vecino que seguía era Nicolás Correa, el ex encargado del Destacamento de Inteligencia Militar 122 y uno de los jefes de la patota que operaba en los centros clandestinos, como ya se probó en los juicios de lesa humanidad. "Livieres Banks cayó a diez metros de la casa de Correa", sintetizó Mariano.

Uno de los casos que se juzgan en la megacausa es la cita nacional de Montoneros, en la plaza de las Banderas, donde grupos de tareas del Ejército secuestraron a siete militantes que llegaron a Santa Fe desde Rosario, Córdoba, Entre Ríos y Chaco, entre el 16 y el 18 de febrero de 1976. Dos fueron asesinados: Livieres Banks y Elena Yolanda De Leonardi y cinco siguen desaparecidos: Antonio Silva, Daniel Angerosa, Enrique Guastavino, Orlando Finsterwald y Ameri.

Liviéres y Ameri cayeron el 18 de febrero. Dussex dijo que él caminaba por la plaza de las Banderas esa mañana cuando escuchó disparos y lo sobresaltó la persecución y captura de los perseguidos. Ubicó esa segunda escena en calle Alver al 4100, sobre la vereda este, frente a una "casa de alto con balcón largo que todavía está" y donde vio "a dos jóvenes. Uno herido y el otro de rodillas, con las manos en la nuca. Era una situación dramática", recordó. El observaba desde la esquina de Alvear y Juan del Campillo, donde había otros vecinos.

Machuca ratificó el testimonio de Dussex porque él también vio al herido desde su casa de enfrente y ayer, se cruzó la calle y señaló con precisión ese lugar donde cayó Livieres para que el fotógrafo de Rosario/12 pudiera registrar la escena. Es la vereda de Alvear 4134.

Las crónicas de la época señalan que el hecho ocurrió alrededor de las 10.30, pero según Machuca fue más temprano y comentó que el herido estuvo más de una hora en el suelo hasta que lo llevaron en una ambulancia al hospital Cullen, donde murió.

Machuca tenía una guardería con un arenero adelante, donde jugaban sus hijos. "Era entre las 8 y las 9 de la mañana, cuando escuchamos detonaciones. Estábamos con mi señora". Los chicos corrieron hacia adentro. Y él salió a la calle. "Vi que había un revuelo y un policía de uniforme, eso sí lo recuerdo, que me dice: '¡No salga porque estamos haciendo un procedimiento!'". "Enfrente, estaba un muchacho tirado en la vereda. Era medio gordito y pedía agua", recordó.

Al rato, vio a otros vecinos en la vereda y volvió a salir a la calle. Ya no estaba el policía. "Y en la esquina había un Ford Falcon verde oscuro, eso lo recuerdo bien, y gente de civil que bajaba a otro muchacho flaquito y lo ponían al lado (del herido). Vino la ambulancia y se los llevaron".

-‑Entonces, ¿eran dos detenidos? -‑preguntó Rosario/12.

-‑Si, yo vi a ese muchacho medio gordito que estaba en el suelo y a otro flaco que lo trajeron -‑contestó.  

Según Machuca, el uniformado que lo obligó a ingresar a su casa apenas salió después de escuchar los tiros "era de la Policía Federal". Lo identificó por un escudo que decía 'Policía Federal'. Me dijo: "¡No salga que estamos haciendo un procedimiento".

El periodista Mariano Bravi también es depositario del testimonio de su tío que observó la misma escena que vieron Dussex y Machuca, desde distintos ángulos. Alfredo Edmundo Bravi vivía al lado de Machuca. "Lo que me contó es que escuchó los disparos y vio por la ventana a un muchacho caído en la vereda de enfrente, al que intentó ayudar pero no pudo. Salió a la calle porque esa persona pedía auxilio, pero lo interceptó un uniformado que tenía un arma larga, con la que le pegó un culatazo y lo obligó a regresar a la casa. "¡Ni se le ocurra tocarlo!", le dijo. Eso fue lo que vio, una persona caída en la vereda de enfrente y una gran conmoción en el barrio".

Los relatos de Machuca y de Bravi coinciden en otros puntos: que el represor que los obligó a volver a sus casas estaba de uniforme. Y que los proyectiles dejaron marcas en dos lugares. Machuca señaló la "casa de alto con el balcón largo", como la describió Dussex. Y Mariano la casa donde vivía su tío, "al lado de la puerta, a 1.20 de altura. Me dijo que había disparos que habían impactado a un costado de la puerta y que él había rescatado los plomos".  

Mariano aportó otro dato significativo: la identidad del vecino de al lado, que era Nicolás Correa. Bravi vivía en Alvear 4127. Machuca en Alvear 4137. Y Correa en Alvear 4161. Todos, sobre la vereda oeste. El jefe regional de Montoneros se desplomó mal herido en la vereda este, en Alvear 4134. "Livieres Banks cayó a diez metros de la casa de Correa", sintetizó el periodista.

"Ya en esa época, los vecinos sabían que Correa era militar y operaba en la Side", dijo Bravi. Correa se retiró como suboficial del Ejército, había sido encargado en el Destacamento de Inteligencia Militar 122, donde después operó como Personal Civil de Inteligencia (PCI), según la lista que se desclasificó en 2010. Fue jefe de personal de la Cervecería Santa Fe y el segundo del ex secretario de Seguridad Pública de la provincia, teniente coronel José Bernhard, en el gobierno de Jorge Obeid.

"Correa vivió en esa casa de calle Alvear hasta los años '90 cuando se mudó a cinco cuadras, pero en el mismo barrio", dijo Bravi. "Era un vecino más".

-‑¿Y cómo se explica esta caída de Livieres tan cerca de la casa donde vivía Correa?  

-‑No tengo pruebas, pero parece una casualidad enorme. Que justo la caída de Livieres Banks haya sido frente a la casa de Correa, a diez metros. Ninguno de los vecinos recuerda haberlo visto en ese momento, en el operativo. No hay ninguna referencia de que hubiera estado, pero vivió ahí y durante mucho tiempo. Era del barrio y la mayoría sabía que era de los servicios y que después estuvo vinculado a la dictadura -‑concluyó Mariano.

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Desde esta ventana, Machuca vio caer a Livieres Banks.
Imagen: Eduardo Seval.
 
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