Santa Fe es una de las provincias que mejor paga a sus docentes. De las "grandes" -leáse Buenos Aires, CABA, Córdoba- es la que más dinero destina a sus maestros. Sin embargo, es una de las pocas -junto a Cordoba, Chubut y Tierra del Fuego- que mañana no dará incio al ciclo lectivo. El gobierno de Miguel Lifschitz quedó embretado a la espera de que se resolviera la paritaria nacional y cuando quiso reaccionar ya era tarde. El "techo" del 25 por ciento expresado por el presidente Mauricio Macri fue tomado casi al pie de la letra por los funcionarios provinciales y la diferencia que estiró la oferta original al 30,5 por ciento se conformó con el aumento del Fondo de Incentivo Docente. Como era de esperar -y el gobierno lo sabía, o debió saberlo- la propuesta fue rechazada por mas de 28 mil docentes que el año pasado habían recibido un aumento superior a esta propuesta en momentos de mayor estabilidad de precios y sin tarifazos como los que se produjeron a principios de este año. Para colmo, tanto en la ciudad como en la provincia de Buenos Aires, se llegó a un acuerdo que ronda el 34 por ciento, inmediatamente después de que el ministro de Educación Esteban Bullrich ratificara el ofrecimiento con el que había dado marcha atrás y que suma el 40 por ciento para elevar el sueldo inicial a 8.500 pesos. Ese monto que cobrarán recién en julio los docentes nacionales ya lo perciben los docentes santafesinos, que cuando "acuerden" esta semana con el gobierno sabrán que el inicial será de más de 11 mil pesos en la provincia. Sin embargo, la mecánica de la discusion, la especulación exagerada y el regateo en los primeros encuentros hicieron que las clases no comiencen mañana en las escuelas de Santa Fe sino el próximo miércoles. La nueva oferta del gobierno, que tampoco dio a conocer a los maestros que convocó el viernes "a los portazos" para que levanten el paro, seguramente será aprobada en la asamblea que se convocará cumplidos los dos días de paro y luego de un encuentro entre el gbierno y gremios que razonablemente se espera para el miércoles.

"El error es hablar de porcentajes, acá deberíamos hablar de sueldos, en Santa Fe pagamos más ahora de lo que van a cobrar con el aumento los maestros de Buenos Aires y ahí van a dar clases", dijo a este cronista un alto funcionario del gobierno que atribuye a "cuestiones políticas" el paro docente de mañana y pasado. Desde los gremios responden que "casi 30 mil maestros de diferentes departamentos y pensamiento que decidieron el plan de lucha desmienten semejante afirmación".

El papelón de Bullrich -en este caso Esteban- fue disimulado por él mismo y el gobierno con una nueva convocatoria a los gremios nacionales y un aporte extra de más de 10 mil millones para destrabar el conflicto. La cara del ministro a la hora de las fotos tras el encuentro lo dice todo. Pero en términos prácticos, y con la anunciada herramienta del "incentivo docente" se destrabó una situación que posibilitó que los estados gobernados por el PRO mañana tengan clases normalmente. Tanto Horacio Rodríguez Larreta en CABA como María Eugenia Vidal en Buenos Aires tienen ya su ropa preparada para ir mañana a alguna escuela a dar inicio al ciclo lectivo. Y no porque los maestros de ambas juridicciones tengan sueldos más altos que los de Santa Fe, sino porque el manejo de las negociaciones se hizo a tiempo y conociendo la dinámica de la discusión, más allá del "costo" político que lamenta Bullrich y el económico que intentó evitar Macri para el tesoro nacional.

Santa Fe va a recibir cerca de 350 millones de pesos más por el Fondo de Incentivo Docente, y eso se obtuvo porque la paritaria fue federal. Lo cual resultó beneficioso en ese sentido, pero se volvió en contra en la dinámica de las negociaciones en la provincia. En Santa Fe no deciden las comisiones directivas sino las bases. Tarde se dio cuenta el gobernador de que la propuesta era insuficiente, ya más de 30 mil docentes habían votado las diferentes propuestas y más de 28.500 el paro para mañana y pasado, así como dos días más para la semana que viene. De nada sirvió saber que los 500 pesos de incentivo docente pasaran a ser 910 inmediatamente y 1210 en julio. Tampoco la repetida consigna -veraz por cierto- de "pagamos los mejores sueldos".

La especulación en torno al "techo" que impondría Macri -quien, fiel a su estilo, retrocedió-- era "útil" para la negociación salarial, y algún ministro pensó que se podría acordar por un porcentaje entre el 25 y 30 y no entre el 30 y 35 como terminará ocurriendo. Podría decirse que "lo barato sale caro" y que la convocatoria urgente para que los maestros levanten el paro ante una nueva oferta no fue más que una sobreactuación con final conocido. Nadie que haya vivido en esta provincia y que además sea funcionario, puede desconocer que Amsafé jamás levanta un paro votado por una asamblea si no es con otra asamblea. Y que no se vota entre 15 tipos en la sede del gremio sino entre miles y miles en las escuelas. Así será la semana que se inicia, sin clases, y sin oferta, que no se formalizó porque no tenía sentido sumar otro fracaso en la negociación. La oferta salarial que se pretendía hacer el viernes -cuando la ministra les adelantó a los delegados que era "mucho mejor que la anterior"- será la misma que les hará el miércoles cuando se vuelvan a reunir, y debió haber sido la planteada desde el vamos. Falta de clase, no hay otra explicación.