Martes, 7 de marzo de 2006 | Hoy
El ministro de gobierno de esa provincia, Hugo Matkovich, le contestó a Lifschitz que "este es un país de fronteras abiertas", por sus afirmaciones sobre las migraciones internas.
La advertencia formulada por el intendente Miguel Lifschitz sobre la imposibilidad de darle contención a los emigrantes chaqueños que vienen a Rosario en busca de una oportunidad a la que calificó de "amenaza", cayó mal en el gobierno de Roy Abelardo Nikisch. "Fueron afirmaciones facilistas, que demuestran falta de solidaridad y desconocimiento de la realidad", disparó el ministro de Gobierno chaqueño, Hugo Matkovich. "Este es un país de fronteras abiertas, nosotros en el Chaco también le damos atención a ciudadanos de Formosa y Salta, nunca nos opusimos, jamás preguntamos de donde venían", agregó el funcionario radical en diálogo con este diario para quien "es realmente poco serio querer endilgarle a las migraciones chaqueñas la explicación de los problemas rosarinos".
Ayer, el intendente Lifschitz reiteró los conceptos vertidos durante la apertura de las sesiones ordinarias del Concejo Municipal al salir de la apertura del ciclo lectivo en el Complejo Educativo Alberdi. En aquella oportunidad, el jefe comunal había señalado que las migraciones provenientes del Chaco "constituyen una amenaza y un compromiso complejo de abordar y de resolver por la ciudad para los próximos años".
"Parece que todos los problemas que tiene Rosario son del Chaco", ironizó el ministro Matkovich para después agregar: "El fenómeno de las migraciones se dio, se está dando y se va a seguir dando desde algunas ciudades no tan grandes hacia los centros urbanos con mayor actividad económica del país. Pero de ahí a decir que es la causal de los problemas que tiene en la actualidad Rosario, es una exageración".
En su discurso pronunciado ante los ediles en el recinto del Palacio Vasallo, Lifschitz aclaró que la advertencia lanzada no implicaba "falta de solidaridad para recibir a nuestros compatriotas que vienen corridos por la miseria, la desocupación y el hambre desde la provincia hermana del Chaco". De inmediato el intendente explicó que en realidad lo que le falta a la ciudad son "recursos conómicos suficientes como para dotarlos de vivienda, de infraestructura, de servicios, para brindarles la salud y la asistencia social que requieren" a los emigrantes.
Consultado por Rosario/12 el titular de la cartera política del gobierno que encabeza Nikisch, salió al cruce de esas afirmaciones. "Son facilistas, demuestran una total falta de solidaridad que no le hace para nada bien a la convivencia política estas declaraciones. Nosotros en el Chaco también atendemos a personas que provienen de otras provincias como Formosa, Corrientes y Salta y nunca preguntamos su procedencia", señaló.
El ministro Matkovich dijo estar "sorprendido" por el tenor de las declaraciones de Lifschitz "por el desconocimiento que tiene sobre el trabajo que viene haciendo desde hace tiempo el gobierno y el pueblo chaqueño" para contener la situación social.
Lifschitz reclamó el viernes a los gobiernos provinciales involucrados y a la Nación fondos para trabajar la temática. "Acá todo el mundo mira hacia otro lado. Estos emigrantes, que vienen desde el Chaco, no generan ninguna preocupación en el Gobernador de esa provincia, que pareciera distraído. El gobierno de Santa Fe tampoco lo advierte y mucho menos el gobierno nacional que nunca ha puesto su atención en este problema", sostuvo ante la atenta mirada de los concejales.
"Que el intendente (Lifschitz) pida recursos a quien le parezca, nosotros gestionamos permanentemente fondos para atender las necesidades básicas de nuestra población", respondió el funcionario chaqueño.
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