Dos hombres y una mujer fueron arrestados ayer en un taller de calzados clandestino de la zona oeste, acusados de explotación laboral en perjuicio de cinco hombres, entre ellos un menor de edad y dos de nacionalidad paraguaya. Fue la conclusión de una investigación impulsada por la Justicia Federal, en el marco de la campaña contra la trata de personas que lleva adelante el Ministerio Público Fiscal de la Nación.

Agentes de la delegación Rosario de Policía Federal, con una orden de allanamiento librada por el juez Carlos Vera Barros a instancias de la fiscal Liliana Bettiolo, irrumpieron ayer por la mañana en una casa de Riobamba 7454, y en la planta superior descubrieron un taller de fabricación de calzado a fasón en la que cinco varones, de entre 17 y 42 años, trabajaban junto al dueño del emprendimiento, uno de los que quedó detenido. Del procedimiento participaron también inspectores de Afip, de la Dirección de Migraciones y del Ministerio de Justicia de la Nación.

El subcomisario Sergio Guevara, de Delitos Complejos de Policía Federal, reveló que el taller funcionaba en una suerte de galpón construido en la planta alta que también servía como hogar de los empleados. La escena mezclaba máquinas de coser con enseres de cocina, restos de comida, materiales para la fabricación de zapatillas, camas revueltas y ropas de quienes trabajaban y residían allí en condiciones de hacinamiento. Si bien todas las aberturas lucen rejas, luego vecinos y allegados a la familia dueña del taller aseveraron que los obreros no estaban privados de su libertad, y que incluso interactuaban con la gente del barrio.

"Es una familia honrada, y los pibes salen, andan en moto, juegan a la pelota en el barrio", defendieron algunos testigos de la redada. Una joven reclamó a los agentes que repitieran esa intervención en una fábrica de calzado de Arroyo Seco que sería una de las que contrataría al taller de Riobamba y Nicaragua.

De la comitiva que participó del allanamiento trascendió que los empleados trabajaban unas 13 horas diarias, de lunes a sábado, a cambio de una paga de 2.000 pesos en negro. "El menor incluso le debe dinero a su patrón por una moto que compró pero que éste la puso a su nombre", comentó una fuente del caso para dar noción de la vulnerabilidad de estos trabajadores frente a su empleador.

En la planta baja reside la familia propietaria del taller. El matrimonio y un hermano de la mujer quedaron detenidos por infracción a la ley 26.364, que penaliza la trata de personas, en este caso para explotación laboral.

El jefe del operativo señaló que los obreros de origen paraguayo ingresaron de forma legal al país, aunque con una visa provisoria a punto de expirar. Según ese detalle, habrían llegado hace tres meses aunque no se descarta que ya lo hubieran hecho antes. "La Afip ya había intervenido en este taller en 2008 porque tenía trabajadores en negro. En ese entonces los blanquearon por tres meses, luego los despidieron a todos, y ahora funcionaba de nuevo", contó el oficial a cargo del allanamiento.

Los otros tres operarios, incluido el adolescente, llegaron desde Misiones. Los cinco declararon ayer a la tarde ante la fiscal Bettiolo y luego quedaron a cargo de la oficina de Rescate y Acompañamiento de Víctimas del Ministerio de Justicia, que debe brindarles contención y derivarlos con familiares o adonde ellos dispusieran.