Una quinta frente al río fue el escenario elegido por socialistas y radicales santafesinos para reencontrarse después de una larga temporada en la que la cuestión electoral estuvo ausente. La impresionante demostración de fuerza del peronismo el 25 de mayo, parece haber sacudido la modorra de la fuerza opositora con mayores chances electorales en todo el país; el Frente Progresista Cívico y Social. Asado por medio, Hermes Binner, Miguel Lifschitz, Eduardo Di Pollina -por el socialismo- y Felipe Michlig, Carlos Torres, Juan Millet -de la UCR- se sentaron a la mesa a discurrir sobre el futuro de la coalición. El almuerzo, que se completó con otra media docena de comensales, sirvió para ratificar la continuidad de la fuerza que ganó las elecciones legislativas del año pasado, y fundamentalmente para trazar estrategias que permitan ampliar el espectro de alianzas. En ese sentido un acercamiento con el ARI y la rehabilitación del PDP aparecen como prioridades, lo mismo que la convocatoria a movimientos vecinalistas de distintas localidades. Dando por sentado que Binner será el candidato a gobernador y Lifschitz irá por la reelección en Rosario, otro de los puntos que comenzó a debatirse fue el de la promoción de figuras de peso territorial para encarar una campaña que el Frente tratará por todos los medios de mantenerla en la esfera provincial.

El desdoblamiento de las elecciones (en Santa Fe serán un par de meses antes que las nacionales) brinda una magnifica posibilidad de obtener ese triunfo que no se ha dado nunca desde la recuperación de la democracia.

"Vamos a trabajar en la construcción de consensos, en el plano político, legislativo e institucional", dijo Hermes Binner a Rosario/12 después de compartir la mesa con dirigentes de su partido y de la UCR. La declaración, previsiblemente formal, reviste la estrategia del sector que según las encuestas tiene las mayores chances de arrebatarle al PJ la gobernación después de casi 25 años y media docena de elecciones.

Binner nunca paró de recorrer la provincia, y después de haber sido electo diputado con más de 10 puntos de ventaja sobre el candidato del Frente para la Victoria, puso especia énfasis en aquellas localidades en las que no hizo buena elección. Esa metodología de trabajo es la que a partir de esta reunión es a que cobrará mayor impulso y organización. A pesar del mal momento estructural que atraviesa desde hace mucho tiempo la UCR, el partido cuenta con referentes territoriales que serán jerarquizados de cara a la elección provincial. Lo mismo que aquellos jefes de comunas que no responden a los partidos mayoritarios y que serán invitado a integrarse al Frente. Para ello, y una vez normalizadas las conducciones partidarias, se comenzarán a elaborar proyectos comunes, comisiones de trabajo, propuestas parlamentarias y centros de estudio que no necesariamente respondan a los partidos. La formación de cuadros de gestión para un hipotético gobierno genera también expectativas que serán aprovechadas en la etapa preelectoral.

Tanto socialistas como radicales se empeñaron en hacer público el encuentro que se organizó inmediatamente después de acto del 25 en la Plaza de Mayo. La idea de "concertación" sobre la que repiquetea el gobierno nacional -pretendiendo coptar a la UCR- tenía que encontrar una rápida respuesta -y lo más contundente posible- en la provincia donde el PJ aparece más cercano a una derrota. "Nunca pensamos que el radicalismo se apartaría del Frente y mucho menos para sumarse al PJ", dijo Binner con la tranquilidad que lo caracteriza. Pero por las dudas se hizo el almuerzo.

Se analizaron posibles escenarios -con distintas fórmulas del PJ- y en cualquier caso la estrategia a seguir será mantener la discusión en términos provinciales. En ese sentido es probable que recrudezcan las apreciaciones que intenten "despegar" al gobierno de Jorge Obeid del de Néstor Kirchner. Situación que se vería facilitada si el candidato oficial volviera a ser Carlos Reutemann. En este punto hay ideas diferentes, y si bien no serán ellos los que elijan al candidato, no hay coincidencias en que sería "más fácil ganarle al Lole que a Agustín Rossi" como afirmó uno de los asistentes. Se acordó también en que es necesario reforzar el trabajo parlamentario conjunto, y sobre todo evitar complicaciones allí donde la coalición debería funcionar sin inconvenientes.

Cuando falta más de un año para las elecciones, y en un intento de no ceder la iniciativa que a nivel nacional monopoliza el gobierno, los dirigentes del Frente Cívico y Social dieron señales de vida.

El "asadito" de ayer -en pleno conflicto de la carne- es apenas un gesto, necesario y oportuno. Pero "a la hora de los bifes" Binner sabe que va a hacer falta bastante más fuego que el que pudo verse ayer, y para eso hay que conseguir "buena madera". No todos los troncos sirven.