El concejal Jorge Boasso criticó ayer a las autoridades del Banco Municipal de Rosario por no haber "repartido la cantidad necesaria de las nuevas tarjetas magnéticas" del transporte urbano de pasajeros durante el lunes, día del debut de la nueva tarifa. "Fue una vergüenza, tuvieron diez días desde que se aprobó el aumento del boleto hasta que se lo implementó", razonó el edil radical, autor del proyecto que terminó siendo sancionado por el Concejo Municipal el pasado 6 de abril que elevó el costo del viaje convencional a 95 centavos y fijó una tarifa promocional de 90 centavos para las tarejetas con seis recorridos.

Boasso adelantó, que solicitará la realización de un sumario administrativo a los agentes de la entidad crediticia "que fueron los responsables de las fallas detectadas".

Al respecto, el presidente del directorio del Banco Municipal, Gustavo Perrone reiteró que la escacez de tarjetas se debió "al fin de semana largo y a la altísima demanda que hubo de partes de los usuarios del sistema cuando las viejas tarjetas igual tienen vigencia".