Si bien la última fecha del campeonato de Primera recién se jugará el domingo 8 de noviembre --el fin de semana no habrá fútbol por desarrollarse las elecciones nacionales--, el partido más importante, sin dudas, lo animarán Central y Boca en el Gigante. Si Boca derrota a Tigre en la penúltima fecha, será campeón. Cualquier otro resultado mantendrá a Central en la pelea por el título en la última fecha si el canaya derrota a Banfield en el sur bonaerense. En cualquiera de esas situaciones, los dirigentes auriazules anticiparon que no venderán entradas para el público de Boca. Las autoridades canaya no habilitarán la discusión en AFA con sus pares xeneizes porque tienen las capacidades del estadio agotadas por sus socios. De hecho, Central, junto a Boca y River, son los únicos clubes que ya no venden entradas populares, y en cada partido ofrece a quienes no son socios solo un millar de plateas. "Para venderle entradas a Boca tenemos que dejar a nuestros socios afuera y no lo vamos a hacer", afirmó anoche un directivo.