Una asamblea de padres de la escuela 1234 Luis Ravera decidió no enviar sus hijos a clases ayer y hoy hartos de la ola de robos y asaltos que padecen los chicos y los docentes del establecimiento. La escuela está en Teniente Loza al 7.500, en el barrio San Agustín, rodeada por un cordón de pobreza e indigencia. El detonante de la suspensión de clases fue un ataque que sufrió una maestra de la escuela el viernes último, a plena luz del día, cuando esperaba un colectivo de la línea 15, en la esquina de la plaza del barrio. La docente fue abordada por un joven que para sacarle el teléfono celular del bolsillo del guardapolvo la arrastró por la plaza, provocándole varias heridas. Y todo, ante la atónita mirada de alumnos, otros docentes y vecinos del barrio que nada pudieron hacer para detener al ladrón. "Nos dirigimos a la Jefatura de Policía que elevó un pronto despacho a la Comisaría 7ma. Encontraron al joven, pero como es menor entra por una puerta y salen por la otra", denunció la directora de la escuela, María Elena Machado.