Fue en 1939 cuando David Mc Connell, fundador de AVON, tuvo la brillante idea de tener promotoras puerta a puerta pero sólo hasta finales de los cincuenta esta idea se popularizó, cuando las amas de casa americanas contaron con el servicio de “la máscara perfecta” a domicilio gracias a Max Factor y a miles de jóvenes que hicieron del arte de maquillar un servicio entre delivery o delux. En sus estudios, esxs profesionales podrán ser lo que quieran pero en casa de sus clientas lucirán discretxs y correctxs a través de indumentaria sobria que logrará despertar ese complejo sentimiento que llamamos confianza. Los años de servicio periódico harán de esta relación una obligación tan fuerte para el rostro como para la identidad y en más de una ocasión una verdadera amistad o confesión.

Gabriela lo sabe pero no oculta su belleza tras un aburrido traje de laboratorio, recurre al uniforme urbano de jeans y camisa blanca en versión slim fit –ajustado– con sus botines negros stiletto y tacón de aguja. Ahora, con la llegada de las plataformas imposibles Lagy Gaga que tan pronto se ponen de moda, los antes sexys botines aguja parecen ya un calzado más diurno y formal aunque en sus orígenes tuviera una connotación nocturna y sexual.

Bien particular resulta entre tanto código neutral, un poco de animal print. Los almohadones de leopardo rompen con la serenidad y un poco de spicy le dan a tanta asepsia estética funcional y que a todos le debe gustar. ¿Serán objeto del fengh sui por lo del Año del Tigre o algún recuerdo o advertencia de fiera por domar?