Si bien los ruralistas decidieron extender el lock out comercial durante la semana próxima, sugiriendo la interrupción de concentraciones, las bases hoy volvieron protestar a la vera de numerosas rutas bonaerenses y santafesinas.

En tanto el Gobierno continuó hoy en su postura respecto de la modalidad de la protesta del sector agropecuario, cuando el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, se describió como "asombrado por la virulencia" de las manifestaciones.

"Parecería ser, por la virulencia, que los que protestan son totales perdedores, y sin embargo, son el sector que más ha ganado", dijo Fernández este mediodía a radio Continental.

El Mercado de Liniers volvió a mostrar corrales vacíos, en una semana que sólo computó el ingreso de 318 vacunos y expectativas nulas de modificar favorablemente esos guarismos, debido a la continuidad de la medida de fuerza que, desde hace ocho días, impulsa el agro nacional contra las políticas para el sector.

El comercio granario también estuvo inactivo, aunque empresarios del circuito y exportadores de primera línea se mantenían comunicados, con miras a elaborar un trabajo que elevarían a las autoridades, referido a la "desaparición que se avizora de los mercados a término".

Exceptuando la producción láctea, que sigue llegando a las usinas, la protesta del campo, la más extensa que el sector agropecuario haya impulsado contra el gobierno, no sólo secó la plaza ganadera sino que tampoco permitió el ingreso de granos a los principales puertos del país, imposibilitando, además, la continuidad de tareas en la industria del procesamiento sectorial.

El malestar de los productores y dirigentes ruralistas se profundizó en las últimas horas, luego que el ministro de Economía, Martín Lousteau, afirmara que no se retrocederá en la política de retenciones a los granos.

Los ruralistas cortaban desde esta mañana el tránsito en el cruce de dos rutas cerca de la ciudad bonaerense de Colón, mientas otros productores interrumpían el tránsito en rutas nacionales a la altura de Trenque Lauquen.

Los chacareros bonaerenses, nucleados en Carbap, también cortaban hoy una ruta próxima a la ciudad de Pergamino, en tanto que otros realizaban protestas en la ruta 188, cerca del acceso a la provincia de Santa Fe, provocando demoras en el tránsito, dijeron voceros policiales y agregaron que el escenario de protestas se repetía en rutas cercanas a las ciudades de Lobos, Bragado, Chivilcoy, 9 de Julio y Vieytes.

Sobre la ruta 2, a la altura del kilómetro 300, los chacareros distribuyen folletos a los conductores y algo similar ocurría en el departamento cordobés de Marcos Juarez, sobre la ruta 9.

Entre los rechazos más encendidos del día, hacia las medidas oficiales, las palmas se las llevó el vicepresidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Hugo Biolcati, quien criticó a Lousteau y afirmó que (el ministro) "no ha salido de la (avenida) General Paz nunca".

"Esto no se limita a los dirigentes del campo: son los productores y los pueblos que ven amenazada su propia subsistencia", afirmó en referencia a las protestas y cargó contra el funcionario al asegurar que "no conoce absolutamente nada de la realidad del campo ni de lo que el sector necesita, desea y quiere para el país".

Biolcati precisó que la decisión es continuar con la medida de fuerza "hasta que se de marcha atrás con las retenciones".

El presidente de la entidad, Luciano Miguens, calificó de "muy dura" la aplicación que el Gobierno nacional hizo sobre las retenciones, apenas diez días antes de la cosecha.

Desde la Federación Agraria Argentina (FAA), Eduardo Buzzi advirtió hoy que Lousteau, quien ratificó anoche que no dará marcha atrás en la política de retenciones, "le hecha nafta al fuego".

Buzzi señaló que la única posibilidad de dialogar con el Gobierno sería que se vuelva al nivel de retenciones que regía en marzo pasado, de 35 por ciento, aunque implicaba, de todos modos, que "cada tres barcos cargados de cereales, uno se lo quedaba el Gobierno".