El secretario ejecutivo de la Federación de Carniceros de La Paz, Juan Arteaga, informó al diario digital Erbol que la carne de res procedente del Beni y Santa Cruz arribó hoy como de costumbre, pero subió a 17 y 17,70 bolivianos el kilo y será vendida al consumidor entre 19 y 20 bolivianos el kilo (algo más de dos dólares).

"Ayer hubo una reunión de carniceros, el corte corriente de la pulpa se va vender a 20 bolivianos, porque tampoco podemos jugar con el pueblo a través de estas medidas arbitrarias tomadas por el prefecto de Santa Cruz, Rubén Costas, que es el que dio instrucciones para colapsar a La Paz y eso no lo permitiremos", manifestó.

El gobierno, a través de la ministra de Desarrollo Rural, Agropecuario y Medio Ambiente, Susana Rivero, criticó ayer la posición asumida por los ganaderos del Oriente y garantizó el abastecimiento de carne en los mercados de las ciudades de La Paz, Oruro y Potosí.

"Sea con carne boliviana o que llegue de otro lado, el gobierno está preparado para soportar cualquier chantaje con los alimentos, pero convocamos a la cordura a los ganaderos", manifestó Rivero.

Los cívicos y ganaderos aseguraron que la medida no es en contra la población, sino para presionar al gobierno, que no quiere retroceder ni un milímetro en su decisión de mantener recortados los recursos del IDH para cofinanciar una renta universal a la vejez.

"Pero imagínense, estos ganaderos están tomando medidas contrarias a sus intereses, están matando al pueblo boliviano, no están matando al gobierno, están queriendo que la gente pobre ya no coma carne", afirmó por su lado Arteaga.