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"Si Ustedes recuerdan, la camioneta de (Sebastián) Forza apareció cerca del Policlínico Bancario y al requisarse resultó que dentro estaba repleta de productos oncológicos falsos", sostuvo en su ya habitual encuentro con periodistas al salir de su casa.

Uno de los cronistas le preguntó si veía alguna relación entre la mafia de los medicamentos en la OSBA y el triple crimen, a lo que el magistrado respondió: "Podría llegar a haber", y luego argumentó esa afirmación.

Según las investigaciones que lleva Oyarbide, el mayorista farmacéutico acusado de falsificar y adulterar medicamentos, Néstor Lorenzo, atendía en el policlínico bancario y surtía de remedios a la OSBA.

Incluso, anoche Mariela Izquierdo, la viuda de Damián Ferrón, uno de los asesinados en el triple crimen de General Rodríguez, ratificó que su marido conocía al titular de la Asociación Bancaria, Juan José Zanola, el sindicalista involucrado en la investigación de la llamada "mafia de los medicamentos", y que su farmacia le vendía remedios a la OSBA.

Izquierdo dijo, en alusión a Zanola, que "no sé por qué niega este hombre que los conocía" a Ferrón y a Forza y Leopoldo Bina, los otros asesinados.

También Maky Fontanarrosa, portavoz de la ex ministra Graciela Ocaña, dijo días atrás que Paula Aballay, pareja del sindicalista Zanola, se movilizaba en la camioneta 4 x 4 que apareció incendiada en el triple crimen de General Rodríguez.

La mujer dijo estar "esperando una foto" para aportar a la Justicia, en la que aparecería una mujer "que sería Paula Aballay, directora virtual del Policlínico Bancario, y pareja de Zanola, saliendo de noche con una bolsa roja, de residuos patológicos, trasladando medicamentos presuntamente adulterados, del subsuelo" de la entidad.

Zanola había sido consultado sobre esa versión y se limitó a responder: "¡Por favor!... espero la denuncia, con nombre y apellido".

Fontanarrosa sostuvo que "el Policlínico Bancario era un depósito de (la droguería) San Javier", de Lorenzo, y aseguró que esos medicamentos habrían sido "trasladados por la camioneta que luego apareció incendiada".

Zanola rechazó la acusación en contra de su mujer y dijo ser víctima de una "campaña sucia".

En agosto de 2008, fueron secuestrados Forza, Ferrón y Bina, y a los tres días aparecieron maniatados y ejecutados con un tiro en la nuca, en el marco de una presunta disputa por la exportación de efedrina, móvil que ahora estaría puesto en duda.