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"No descartamos ninguna medida" indicaron las entidades ruralistas a través de un comunicado. Por ello, la Mesa de Enlace criticó "las nuevas intervenciones de la Secretaría de Comercio" en el mercado ganadero y dispuso volver a reunirse el 5 de enero para evaluar la toma de eventuales medidas de fuerza.

El presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Mario Llambías, afirmó que "estamos dispuestos a realizar medidas, sin embargo, hay que ver cuál es el mejor momento" para disponer iniciativas de este tipo.

El titular de la Federación Agraria Argentina (FAA), Eduardo Buzzi, por su parte, consideró que el campo dejará que "pasen las fiestas de fin de año para ver si el ministro de Agricultura logra ponerle el cascabel al gato y ordena el comercio de trigo". Aseguró que cualquier definición quedará para el 5 de enero, cuando los integrantes de la Mesa volverán a reunirse en la sede porteña de CONINAGRO.

Más adelante, Buzzi aclaró que entendía al presidente de la Federación Agraria de Entre Ríos, Alfredo De Ángeli, quien hace un mes firmó con el ministro de Agricultura un documento para garantizar el precio pleno del trigo, pero como "no se cumplió pide un paro". Sin embargo, el presidente de FAA consignó que cualquier medida de fuerza debe ser ratificada "por consenso" en el marco de la entidad federada, luego de ser tratada de manera "orgánica y en asamblea de productores".

Para Buzzi, antes de tomar medidas de este tipo "se debe dar un tiempo prudencial para que el ministro ordene las cosas, puesto que en el caso del mercado de trigo observamos cuatro años de manoseo".

El presidente de CONINAGRO, Carlos Garetto, a su turno, expresó que "las consecuencias de la aplicación del actual modelo de política agropecuaria están a la vista: caída de la producción, pérdida de empleo y pérdida de rentabilidad", y afirmó que dicha política determinó que en el censo agropecuario de 2008 haya 60 mil productores menos.