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"Uruguay no está dispuesto a poner obstáculos a nadie. Los únicos a quienes pondríamos obstáculos sería a los golpistas. Si no son golpistas, que la Unasur tome la decisión que crea mejor", expresó Mujica, en una entrevista que publicó hoy el diario brasileño "Folha de Sao Paulo".

El veto de Vázquez a Kirchner ocurrió a raíz del diferendo entre Uruguay y la Argentina en torno a la planta de celulosa de la empresa

finlandesa Botnia instalada en la frontera binacional durante el pasado gobierno, y que actualmente está en análisis por parte de la Corte Internacional de La Haya.

La presencia de la planta generó protestas en nuestro país y llevó al bloqueo del puente internacional San Martín, sobre el río Uruguay, por parte de entidades ambientalistas de Gualeguaychú.

El gobierno de Tabaré Vázquez vetó entonces la designación de Kirchner como secretario general de la Unasur, alegando que el gobierno argentino es el responsable del corte del puente internacional.

Las declaraciones formuladas por Mujica a "Folha de Sao Paulo" reafirman la tendencia del flamante presidente de superar tensiones y limar asperezas en las relaciones con los países vecinos y socios en el Mercosur.

En la entrevista, a diferencia de su antecesor, Mujica fue moderado en las críticas al Mercosur, que sectores uruguayos consideran como poco beneficioso para el país.

"No estoy de acuerdo. El Mercosur seguramente tiene problemas. Hay que conservar y mejorar lo que tenemos, y no soñar con la abundancia cuando no la tenemos. Brasil es nuestro principal cliente, con el que tenemos asimetrías y trabas, es cierto. Pero nuestro comercio en el Mercosur es el que tiene mayor valor agregado. Al resto del mundo vendemos mucho, pero sobre todo materias primas. Acá vendemos trabajo", dijo.