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La asamblea de Gualeguaychú convocó a los vecinos a esperar el fallo del Tribunal Internacional de La Haya en el corte de ruta de Arroyo Verde. Además, les pedirá al intendente y a las empresas que ese día otorguen asueto a su personal. La intención, explicó el asambleísta José Pouler, es que “un acontecimiento que involucra a toda la comunidad, como es el cuidado del medio ambiente, pueda ser recibido por todos”.

En la ciudad las expectativas sobre el veredicto de la corte internacional son altas, y están centradas en que los jueces ordenen el desmantelamiento de Botnia. “Los antecedentes de los jueces no son muy halagüenos”, señaló Gustavo Rivollier, “pero yo hago este razonamiento: al tribunal le va a ser muy difícil, si dice que la planta está ilegalmente autorizada, argumentar que puede continuar funcionando. Está muy claro que el gobierno uruguayo violó el Tratado del Río Uruguay al autorizar unilateralmente su construcción. Para los jueces sería muy difícil fallar una de cal y una de arena sin caer en una incongruencia”. Para el asambleísta, “no es seguro que el tribunal acepte las pruebas sobre la contaminación, pero no tenemos ninguna duda de que la violación del tratado está probada”.

Una pregunta más difícil es qué pasará en el caso de que el fallo sea desfavorable para la Argentina. En principio, habrá una válvula de escape el fin de semana inmediato a la sentencia. La corte dará a conocer el fallo el martes 20, a las 10 de la mañana (hora argentina). Para el domingo 25 está prevista la gran marcha con que todos los años se reclama el cierre de la pastera. La manifestación se viene organizando desde hace un mes, con la idea de que vuelva a ser masiva, y funcionará como un espacio de expresión en respuesta al fallo, ya sea de protesta o de festejo.

Para después del 20 está pendiente, además, la entrevista con el presidente uruguayo, José “Pepe” Mujica. Aunque hubo un intento de hacer la reunión apenas asumió el mandatario, Mujica decidió que les otorgará la audiencia una vez que se conozca el veredicto.

El juicio fue iniciado en 2006, a pedido de los asambleístas. El Estado argentino reclamó a la Corte de La Haya –el órgano de aplicación del Tratado del Río Uruguay– el desmantelamiento de la planta de celulosa. La denuncia tuvo dos ejes argumentales: por un lado, acusó al Uruguay de haber autorizado la instalación de la planta de manera unilateral, incumpliendo el tratado, que establece que las decisiones que afecten al río, que es un recurso compartido, deben ser tomadas de común acuerdo. Por el otro, se presentaron pruebas de que Botnia está contaminando, tanto con los efluentes esperables para la actividad papelera como con productos químicos no declarados y cuyo uso está prohibido internacionalmente.

Otra cuestión que está en debate en la ciudad es el levantamiento del corte de ruta. Parte de la población de Gualeguaychú ha empezado a manifestarse en contra del bloqueo, e incluso en el interior de la asamblea hay figuras que han blanqueado públicamente su oposición a mantener la ruta cortada. Sin embargo, todavía no ha aparecido una propuesta que convenza a la mayoría de que es posible tener repercusión en los medios liberando la ruta. La protesta que impide transitar sobre el puente internacional San Martín, que une Gualeguaychú y Fray Bentos, lleva tres años y medio. El bloqueo fue decidido por la asamblea en noviembre de 2006, cuando el Banco Mundial otorgó el crédito que permitió terminar la construcción de Botnia.