Lunes, 19 de julio de 2010 | Hoy
16:52 › TIENE UNA CONDENA POR NARCOTRáFICO EN HOLANDA
Desi Bouterse, quien encabezó un golpe de estado en 1980 y otro en 1990, se convirtió en el nuevo presidente de Surinam, lo cual podría librarlo de una pena de hasta 20 años de cárcel por el asesinato de 15 opositores en 1982. Su partido había sido el más votado en las elecciones del pasado 25 de mayo.
Bouterse, de 64 años, que había llegado por primera vez a la presidencia del pequeño país sudamericano tras liderar un golpe de estado en 1980, hizo posible este retorno gracias al apoyo popular y a las alianzas logradas por su formación política, el Partido Nacional Demócrata, la más votada en las elecciones del 25 de mayo de 2010.
Para volver al poder, el líder surinamés no dudó en aliarse con su antiguo enemigo, Ronny Brunswijk, quien fue cabecilla de un grupo guerrillero que luchó contra la dictadura instaurada por Bouterse en la década de los ochenta.
Bouterse se dio a conocer en la escena política de Surinam luego de que este país obtuviera la independencia definitiva de Holanda en 1975. En 1980, cuando era oficial del Ejército, lideró un golpe de Estado que derrocó al mandatario Johan Ferrier, primer presidente de la era independiente.
Como cabeza del Consejo Militar Nacional, que tomó el poder tras el golpe, Bouterse incluso asumió la presidencia por un par de días y luego participó en la designación de un nuevo mandatario provisional. Desde entonces, rigió, directa o indirectamente, el destino de su país hasta finales de 1987.
En diciembre de 1982, 15 líderes de la resistencia surinamesa, entre los que había abogados, sindicalistas y locutores radiales fueron asesinados por el gobierno de Bouterse, quien aún tiene un juicio abierto por el caso.
De ser condenado, el político podría pasar hasta 20 años en la cárcel. Por ello, este ascenso a la presidencia se considera una forma de evitarle la prisión y de garantizar la amnistía a todos los involucrados en los asesinatos de 1982.
Pero esa no es la única deuda que tiene pendiente con la justicia. En 1999, un tribunal de La Haya lo condenó en ausencia a 16 años de prisión por cargos de tráfico de cocaína. Por este caso, Holanda emitió, a través de Interpol, una orden de captura internacional contra Bouterse, a quien Surinam nunca pudo extraditar por su condición de ex presidente.
En 1987, Bouterse y sus aliados abandonaron oficialmente el gobierno luego de que una nueva constitución civil fuera aprobada por más del 90 por ciento de los electores. Sin embargo, desde entonces, el ex dictador buscó volver al poder tanto por la vía armada como por la electoral.
En 1990, protagonizó un golpe de Estado contra el entonces presidente, Ramsewak Shankar, porque estaba en desacuerdo con los acuerdos de paz que había alcanzado el gobierno con las guerrillas que se le opusieron durante su régimen dictatorial.
En 1996, el partido de Bouterse ganó las elecciones y uno de sus colaboradores, Jules Wijdenbosch, obtuvo la presidencia. En 2000, Bouterse volvió a ser candidato pero perdió frente al aspirante del Frente Nuevo, Ronald Venetiaan, quien fue reelegido en mayo de 2005.
Considerado uno de los hombres más ricos de Surinam, Bouterse se dice admirador del Che Guevara y del presidente venezolano Hugo Chávez. Locuaz, astuto y tremendamente persuasivo, el nuevo presidente de Surinam se ha casado dos veces y es padre de tres hijos, uno de ellos también condenado por tráfico de drogas.
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