En ese sentido, Rousseff definió como estratégicos para la relación con Estados Unidos los megayacimientos de petróleo submarino descubiertos en 2007, que pueden convertir a su país en uno de los mayores exportadores de crudo del mundo. "¿Qué otro país tiene la reserva de petróleo que tenemos, no tiene guerra, no tiene conflicto étnico, respeta contratos, tiene principios democráticos extremamente claros y visión del mundo tan favorable a la paz?", cuestionó Dilma, al llamar a EEUU a percibir el país de acuerdo a las circunstancias, durante una entrevista con el diario Valor Económico.

El mandatario estadounidense pondrá pie por primera vez en Brasil en su capital, Brasilia, donde poco después de arribar celebrará una reunión bilateral con la flamante mandataria en la que abordarán una amplia agenda económica y política.

Obama también visitará la ciudad de Río de Janeiro, donde podría visitar una favela, actividad todavía no confirmada oficialmente, y pronunciará un discurso en la plaza central con el que pretende dirigirse al pueblo brasileño.

La mandataria espera entre otros resultados de esta visita una asociación estratégica en el área de satélites, "especialmente para la evaluación del clima" y para la educación superior. "Es fundamental que Brasil apueste a la formación en el exterior (...) queremos una asociación con el gobierno estadounidense que nos garantice lugares en las mejores escuelas. Nosotros damos las ayudas económicas", dijo Rousseff, quien afirmó que también buscará esos acuerdos con otros países.

Además, Rousseff hizo un reclamó por las violaciones a los derechos humanos y resaltó que su defensa "vale para Irán, para Estados Unidos y para Brasil". En ese sentido, indicó: "Si no estoy de acuerdo con la lapidación de mujeres, tampoco puedo estar de acuerdo con gente presa de por vida y sin haber sido juzgada". La mandataria reconoció: "Tampoco puedo opinar de todo sabiendo que Brasil tiene sus problemas, como el sistema carcelario, su política hacia los presos".

Desde Río se trasladará a Santiago de Chile el lunes, donde también mantendrá un encuentro privado con su par Sebastián Piñera, para cerrar su primera gira latinoamericana con una escala en El Salvador, un socio clave en centroamérica para Washington.