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“El 17 de marzo de 1991, en un día como hoy, un atentado contra la Embajada de Israel en la Ciudad de Buenos Aires tuvo el trágico saldo de 29 personas muertas y 242 heridos”, mencionó Insulza, a la vez que recordó a “los transeúntes, ancianos y niños” que murieron. Junto con el aniversario de este atentado, durante la ceremonia de apertura de undécimo encuentro CICTE también fue mencionado el de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA). “En este atentado fallecieron ciudadanos argentinos, bolivianos, chilenos y polacos”, puntualizó también para caracterizar el ecumenismo de las víctimas.

Insulza explicó que creyó “necesario” mencionar los dos atentados ya que fueron los más graves del continente, según consignó la Agencia Judía de Noticias: "El atentado a la AMIA generó un profundo impacto en la región, por eso hoy era imprescindible recordarlo", destacó. Más adelante señaló que "luego del ataque a la AMIA se generó una verdadera conmoción y se pudo entender lo que es un atentado. Hay que estar atentos y muy alertas, y trabajar para que el terrorismo no vuelva a ocurrir”, dijo.

Por otro lado, expresó: “Creo que lo importante para evitar cualquier acto terrorista es que las personas que son acusadas se presenten ante la Justicia, especialmente ante un estado democrático. Si no tienen nada que ocultar no deben temer”, afirmó Insulza a la AJN.

En este sentido destacó la importancia de que los países afines a Irán colaboren con la causa: “Es importante que las naciones que tienen relaciones con la República Islámica ayuden. Yo tengo la esperanza de que el tema sea aclarado. La lucha contra el terrorismo también es un tema de cada país y cada uno debe tener consciencia de esto”

Luego de la apertura de la sesión del Comité, el presidente de la AMIA, Guillermo Borger, le entregó una placa al secretario general del organismo regional y mantuvo un diálogo privado con el representante argentino en la OEA, Martín García Moritán, durante el cual le agradeció el compromiso de la OEA.

Moritán destacó los reclamos de la presidenta Cristina Kirchner y de su antecesor, quien en su momento fue el impulsor de las órdenes de captura de INTERPOL contra los implicados en el atentado.