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Carlotto recibió el premio de manos de el presidente de Paraguay, Fernando Lugo, quien dirigió unas palabras para la homenajeada durante la ceremonia: "Nos recuerda que tenemos que aprender de la historia, que no podemos construir el futuro sin mirar el pasado". En la ceremonia, también se leyó la declaración, firmada por los cancilleres de los países miembro, en la que se subraya la "perseverante tarea en la promoción y el respeto irrestricto de los Derechos Humanos así como a su permanente lucha por la memoria, la verdad y la justicia".

La titular de Abuelas de Plaza de Mayo, quien dedicó el galardón "a todas las Abuelas, y también para las Madres de Plaza de Mayo, los familiares y todos aquellos organismos que en Argentina nunca bajamos los brazos", se calificó como "una señora común como tantas mujeres de Argentina y Latinoamerica" a la cual "la dictadura le marcó otro destino".

"Perder una hija y buscar a mi nieto hasta el día de hoy, me ha dado una dimensión inmensa de una parte de la historia que apenas conocía", apuntó Carlotto y continuó: "Hablo de la dimensión del dolor humano que lleva A constituir un grupo de mujeres para luchar juntas".

"Esta nueva vida de dolor transformado en lucha, en paz y con amor, me hace decir algo que parece contradictorio: 'Gracias a la vida', porque he podido dar todo y estar en los lugares en los que jamás soñé", dijo emocionada ante la mirada de los mandatarios.

Por último, la dirigente marcó un paralelismo entre la gesta que llevan adelante las Abuelas y las políticas del bloque regional, al sostener que "la tarea que lleva adelante el Mercosur para unirse y planificar tareas conjuntas es lo que, humildemente, hicimos las Abuelas, en menor escala".