"Parte de la tragedia que vivimos los mexicanos tiene que ver con el hecho de que estamos al lado del mayor consumidor de drogas del mundo y a la vez del mayor vendedor de armas en el mundo que paga miles y miles de millones de dólares en el mundo a los criminales para proveerlos de estupefacientes", reclamó Felipe Calderón, durante una de sus primeras apariciones tras el atentado.

Asimismo, pidió a la sociedad, al Congreso y al gobierno de los Estados Unidos "que reflexionen acerca de la tragedia" que viven México y muchos países latinoamericanos por el "consumo insaciable" de drogas en ese país.

El mandatario, que viajará hoy a Monterrey, unos 900 kilómetros al norte del DF, dijo que los responsables del ataque "son homicidas incendiarios y verdaderos terroristas", e informó que dio “instrucciones de reforzar aún más la presencia de las fuerzas federales en la zona metropolitana de la ciudad".

"No descansaremos hasta dar con los culpables", enfatizó el presidente, a la vez que indicó que se investigarán también "los actos jurídicos que permitieron la instalación del casino", que según autoridades municipales funcionaba de manera ilegal, pero había sido amparado por la justicia cuando se quiso cerrarlo.