Lunes, 29 de agosto de 2011 | Hoy
22:45 › CHILE
La policía chilena dio de baja al oficial que reconoció haber disparado "al aire" durante el cacerolazo realizado el viernes pasado en la populosa comuna de Macul, en Santiago de Chile, cuando Manuel Gutiérrez Reinoso, de 16 años, murió tras ser baleado. "No me va a temblar la mano", aseguró el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter y pidió respetar los tiempos de la Justicia. Además, se dio a conocer una segunda muerte ocurrida el sábado. El vocero de la Corte Suprema, Jaime Rodríguez, reconoció que "no es tranquilizador que carabineros ocupe el armamento contra la población civil".
El general Luis Ortega, jefe de la Zona Metropolitana, anunció que la institución dio de baja al suboficial que reconoció haber disparado la noche en que murió el joven. Gutiérrez fue alcanzado por una bala cuando transitaba por un puente peatonal de la comuna de Macul junto a su hermano, quien responsabilizó a carabineros de los disparos.
Según su confesión, el policía disparó dos veces una ametralladora UZI 9 milímetros. "La versión de él señala que disparó no a un grupo de personas, disparó al aire, eso se tendrá que establecer en la respectiva investigación", señaló Ortega. Posterior a la muerte de Manuel Gutierrez, Carabineros había descartado de plano que la bala haya provenido de un arma de la institución.
Pese a la cautela que asumió inicialmente, el Gobierno advirtió hoy que sería "inaceptable" que un carabinero estuviera involucrado en el asesinato del niño. "Como ministro del Interior no me va a temblar la mano para que ese funcionario tenga que cumplir con todas las sanciones que establezca nuestro ordenamiento jurídico", sostuvo Rodrigo Hinzpeter.
El abogado de la familia del menor asesinado, Washington Lizama, señaló que como primer paso en la investigación, la revelación de la policía "es un paso importante porque confirma que lo sostenido por la familia no era una imputación o acusación antojadiza".
En tanto, el abogado del policía expulsado, Víctor Neira, aseguró que su defendido está siendo "extorsionado" y reveló que hasta el momento no ha podido tomar contacto con él. Por su parte, el vocero de la Corte Suprema, Jaime Rodríguez, reconoció que "no es tranquilizador que carabineros ocupe el armamento contra la población civil".
Por otra parte, autoridades chilenas confirmaron la muerte de un segundo joven, baleado la semana pasada, cuando concluía el paro nacional convocado por la Central Unitaria de Trabajadores. La alcaldesa de Huechuraba, Carolina Plaza, confirmó la muerte de Mario Parraguez, de 18 años, quien fue baleado durante los disturbios ocurridos la madrugada del viernes en la popular comuna de La Pincoya.
El joven, que permanecía hospitalizado grave producto de un disparo en uno de sus ojos, murió el sábado, pero su deceso sólo fue informado hoy. De acuerdo a las primeras investigaciones, el autor del disparo estaría ligado al tráfico de drogas, por lo que no se descarta un ajuste de cuentas.
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