Miércoles, 30 de noviembre de 2011 | Hoy
20:01 › CRISIS INTERNACIONAL
El comisario de Asuntos Económicos de la Unión Europea, Olli Rehn, advirtió que el bloque comunitario entra esta semana en un "período crítico de 10 días" para cerrar la crisis de deuda soberana en la eurozona y evitar el colapso de la moneda única antes de la cumbre europea del 9 de diciembre. El anuncio coincide con la decisión del Banco Central Europeo, la Reserva Federal, el Banco de Canadá, el Banco de Inglaterra, el Banco de Japón y el Banco Nacional de Suiza de lanzar una batería de medidas para garantizar el suministro de liquidez al sistema financiero global en medio de una extrema volatilidad.
Es una verdadera cuenta regresiva hasta la cumbre europea, en la cual los 27 deberán aportar todos los elementos para superar la situación actual de incertidumbre sobre el método a seguir para acabar con las turbulencias. Sobre la mesa, el inacabado debate sobre los eurobonos, la posible autorización al BCE para que salga, como último recurso, al rescate de socios en problemas comprando deuda o cambios profundos en los tratados para anclar el principio de austeridad, además de un largo catálogo de deberes sin hacer, que pasan, entre otros extremos por pedir más ayuda al Fondo Monetario Internacional.
"Estamos entrando en un período crítico de 10 días para completar y concluir la respuesta de la UE a la crisis", comentó Rehn en el contexto del Consejo Económico regional (Ecofin) que se cerró en Bruselas, tras el fracaso de ayer en el eurogrupo para reforzar el fondo de rescate al euro. La reunión sólo concretó el desembolso del sexto tramo de ayudas a Grecia, por 8000 millones de euros, para evitar la quiebra inminente del país.
"La unión económica y monetaria o deberá completarse a través de una integración mucho más profunda o tendremos que aceptar una desintegración gradual de medio siglo de integración europea", avisó Rehn. Rehn admitió que la UE tendrá que contar de manera casi constante con la ayuda del FMI para lograr salir del pozo. Al mismo tiempo, lamentó que los ministros del eurogrupo no lograran ayer apalancar el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) hasta un billón de euros, frente a los 440.000 millones actuales. "Es muy importante que en esta coyuntura reforcemos nuestros cortafuegos (el FEEF). Estamos trabajando para reforzar más nuestros cortafuegos", comentó.
Por otro lado, Rehn se mostró escéptico ante la iniciativa, promovida por Alemania, de cambiar los tratados de la UE, para incluir en ellos el principio de disciplina fiscal, un proceso que podría prolongarse durante al menos dos años, debido a las necesarias ratificaciones o posibles referendos que implicaría en los socios del bloque. "Hablemos claro: un cambio en los tratados no puede ofrecer una contribución inmediata a la solución de la actual crisis de deuda", comentó el comisario finlandés.
"Los cortafuegos, cuanto más grandes mejor, y por lo tanto si a ese cortafuegos se pueden añadir aportaciones de terceros países a través de préstamos bilaterales o a través del FMI serán más que bienvenidos. Pero yo creo que es más que suficiente el apalancamiento (del FEEF) que se puede realizar", aseguró, por su parte, la ministra española de Economía en funciones, Elena Salgado. En consonancia con las declaraciones de Rehn, Salgado admitió que Europa deberá seguir recurriendo al FMI para intentar cerrar la crisis de deuda soberana, después de que los países emergentes englobados en el grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) mostraran escaso interés en invertir en el fondo de rescate al euro.
"Hemos acordado examinar rápidamente un aumento de los recursos del FMI mediante préstamos bilaterales" de los socios comunitarios, aseguró el primer ministro luxemburgués y presidente del eurogrupo, Jean-Claude Juncker, al dar así una primera pista del método de trabajo de los europeos a partir de ahora hasta la cumbre de diciembre.
Mientras tanto, los bancos centrales explicaron que las acciones coordinadas pretenden "aliviar las tensiones en los mercados financieros y mitigar sus efectos en el suministro de crédito a los hogares y empresas, así como fomentar la actividad económica", según un comunicado emitido en Frankfurt. Las seis entidades acordaron rebajar en medio punto porcentual el coste de sus actuales líneas de intercambio de liquidez (swap) en dólares, con lo que el nuevo precio, que será aplicable desde el próximo 5 de diciembre, será el de la tasa del indicador de urgencia de swap del dólar (OIS por sus siglas en inglés) más 50 puntos básicos. El acuerdo entre las entidades amplía la autorización para estas líneas de intercambio de liquidez en dólares hasta el 1 de febrero de 2013.
Las casi constantes rebajas de las agencias internacionales de calificación y las permanentes variaciones de las primas de riesgo de países como Italia o España han acentuado la sensación de vulnerabilidad de la eurozona y la urgencia por encontrar soluciones antes de la próxima cumbre, que pone fin al semestre polaco al frente de la UE.
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