Jueves, 5 de enero de 2012 | Hoy
14:34 › LOS INTERROGANTES DE LA INVESTIGACIóN
Los dos policías que estuvieron en la chacra del gobernador rionegrino Carlos Soria, la noche en que éste falleció de un disparo en la cara, declararon ante el fiscal Miguel Fernández Jahde no haber escuchado que la principal sospechosa, la viuda Susana Freydoz, dijera "no lo quise matar". Según la agencia Télam, los efectivos tampoco entraron a la habitación del matrimonio, donde yacía el mandatario.
Alberto Ricchieri, abogado defensor de Freydoz, reveló que "los custodios estaban a unos 100 metros de la casa, sólo escucharon los gritos y el pedido de auxilio de los familiares". En tanto quedó confirmado que mañana prestarán testimonio los hijos del gobernador, Martín -intendente de General Roca- María Emilia Soria, quienes estaban en otra habitación de la casa cuando se produjo el hecho.
La viuda del mandatario provincial, en tanto, sigue bajo atención médica, en el domicilio de un familiar en la ciudad de Allen y, según su abogado, su estado de salud de la mujer es "muy precario", por lo que pidió que permanezca en su vivienda bajo control policial y terapéutico. Asimismo, durante un reportaje televisivo, Riccheri calificó de "morbosa" la posibilidad de que Freydoz sea encarcelada, ya que es una persona "en un estado de salud muy precario y sería prácticamente inhumano" que esté en prisión. "Con sólo verla el juez no le permitiría responder a la imputación porque no está en condiciones de hacerlo", argumentó.
Además, sostuvo que "a los efectos de la investigación, que es lo importante de la detención, la situación de ella es inocua" y que su estadía en una vivienda particular "no afecta en nada" la investigación. De todas formas, tal como adelantó Chirinos, la mujer será citada recién pasado el 16 de enero por el magistrado Emilio Stadler, quien retornará de sus vacaciones y se hará cargo de la causa.
Por otra parte, el abogado de Freydoz se negó a responder sobre la versión que indicaba que ella habría intentado suicidarse apenas haberle disparado a su marido porque, sostuvo, acordó con los hijos del matrimonio que no formularán "más declaraciones respecto de lo que ellos vieron y vivieron hasta que pasen por el juzgado en calidad de testigos". La decisión de la familia, insistió, es "colaborar con la justicia".
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