Según Arturo Puricelli, las Islas Malvinas son "el único lugar militarizado de América del Sur". El ministro de Defensa destacó que la Argentina considera con "profundo respeto a los isleños, quienes siguen siendo rehenes y han sido condenados al aislamiento" por el Reino Unido, que debe "advertir lo arcaico de la usurpación".

En referencia a la guerra de 1982, Puricelli sostuvo que "fue producto de una decisión política y militar improvisada" y reconoció que "la causa Malvinas fue utilizada por la dictadura para salvar un proceso en decadencia" y significó "un profundo retraso a nuestros derechos de soberanía sobre las islas". "Se llevó a nuestras Fuerzas Armadas a una derrota segura", agregó, y concluyó que del Informe Rattenbach se desprende "que la Fuerza Aérea tenía capacidad de transporte pero no de combate".